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OPINIÓN - DOMINGO, 8 DE FEBRERO DE 2009

 
OPINIÓN

Anorexia nerviosa: Obsesión por la delgadez

Por Ana Isabel Escobedo Pajares, Rosario Alvárez Llanzón, Rafael Alarcón Oliva


La palabra anorexia proviene del griego y significa falta de apetito, y aunque la anorexia nerviosa comenzó a conocerse en la década de los años 60, los casos de abstinencia alimentaria han sido descritos desde hace miles de años. En la actualidad, los medios de comunicación venden continuamente prototipos de mujeres bellas, esbeltas y sobre todo delgadas, provocando con ello que las chicas, y cada vez más, aunque en menor medida los chicos, quieran parecerse al modelo perfecto que nos venden dichos medios; en este sentido, las nuevas generaciones de jóvenes, adoptan la idea que se les transmite como la única válida, como un modelo a seguir, es decir, como un estilo de vida, conduciendo su cuerpo a único objetivo, alcanzar la delgadez por encima de todo.

Cuando los jóvenes se inician en esta vorágine alimentaria, su obsesión por la delgadez, se asocia a otros factores como la inestabilidad emocional, el miedo al rechazo, miedo a salirse de los cánones de belleza, etc.; diferentes estudios han demostrado que la edad de inicio de la anorexia se sitúa en la primera adolescencia, en torno a los 12 años, si bien la población más afectada se encuentra entre los 14 y 18, siendo más frecuente en las clases sociales media y media-alta.

Como anorexia nerviosa, podemos definir el rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal, miedo intenso a ganar peso y una alteración significativa de la percepción de la forma o tamaño del cuerpo. Las personas que padecen anorexia poseen un carácter obsesivo, lo que significa que se preocupan constantemente por el peso y la dieta.

Este trastorno, se caracteriza por la presentación de una serie de síntomas, los cuales los podemos dividir en síntomas de comportamiento, síntomas físicos y síntomas emocionales y psicológicos, de entre todos ellos, hemos recopilado los más característicos:

1. Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la estatura, llegando a situaciones de delgadez extrema.

2. Trastorno severo de la imagen corporal.

3. Negación parcial o total de la enfermedad.

4. Miedo intenso a engordar, incluso cuando el peso es muy bajo.

5. Sensación de estar gordo/a en general o en algunas partes del cuerpo, como nalgas, muslos, abdomen. Tienen una percepción de su cuerpo que no es real. Aunque estén realmente delgados/as, su espejo les dice que siguen estando gordos/as.

6. Aparecen otro tipo de problemas físicos que acompañan a la desnutrición, como es el caso de las mujeres, la retirada o el retraso en la menstruación.

7. Ejercicio físico excesivo.

8. Conducta alimentaria extraña: come de pie, corta los alimentos en pequeños trozos, etc.

9. Incremento de las horas de estudios y disminución de las de sueño.

10. Mayor irritabilidad y aislamiento social.

TIPOS DE ANOREXIA NERVIOSA


Dentro de la anorexia nerviosa, podemos distinguir dos subtipos, por un lado se encuentra la anorexia de tipo restrictivo, que se caracteriza por la reducción drástica del peso corporal, utilizando para ello dietas o ejercicio físico intenso, el enfermo se limita a no comer, o comer sólo una serie de alimentos bajos en calorías; quien sufre este tipo de trastorno, no recurre a sobre ingestas de comida, atracones o purgas.

Por otro lado, existe otro tipo de anorexia de tipo bulímico, donde el enfermo recurre a vomitar todo lo que ingiere, cualquiera que sea el tipo de comida o cantidad, caracterizándose por una ingesta de comida por atracones, así como el uso y abuso de laxantes para facilitar la evacuación, preocupación excesiva por la imagen corporal y sentimientos de depresión, ansiedad y culpabilidad por no tener autocontrol.

CAUSAS DE LA ANOREXIA


Las causas de la anorexia nerviosa son desconocidas, pero hay una serie de factores que contribuyen a la misma, dichos factores son una combinación de elementos biológicos (predisposición genética y biológica), psicológicos (influencias familiares y conflictos psíquicos) y sociales (influencias y expectativas sociales). La pérdida de peso conduce a la malnutrición, que a su vez contribuye a los cambios físicos y emocionales del paciente y perpetúa el círculo vicioso que se sintetiza en el modelo psicosocial de la anorexia nerviosa.

Todo ello puede producir en el adolescente, una serie de consecuencias físicas y de comportamiento, como pérdida de peso alarmante, amenorrea (pérdida de menstruación), aparición de vello o intolerancia al frío, tensión baja, arritmias, aislamiento social, irritabilidad, pánico a ganar peso. La persona que sufre este trastorno, no sólo renuncia a comer por miedo a engordar, sino que también, supone no gustarse a sí mismo, no aceptarse tal cual uno es, provocando ello, una asociación entre delgadez y la búsqueda de la perfección y de la felicidad, por ello, las personas afectadas restringen la cantidad de alimentos que comen y una vez que la enfermedad ha avanzado se produce una deformación de la imagen corporal, la persona se ve gorda aunque no sea así.

CÓMO TRATAR LA ANOREXIA

La anorexia es una enfermedad que altera el comportamiento, la personalidad y la salud de la persona, por eso, es necesaria la ayuda profesional y familiar para salir adelante con el tratamiento. Para hacerla frente se necesita hacer consciente al enfermo de su trastorno y que éste quiera remediarlo, haciéndole ver las consecuencias que provoca a su salud.

El tratamiento de la anorexia nerviosa es un desafío porque la mayoría de las personas que tienen este desorden, niegan que tengan un problema. Así como todos los desordenes alimenticios, la anorexia nerviosa requiere un plan de tratamiento integral y tiene como objetivo, devolverle al enfermo un peso saludable, tratar problemas emocionales tales como la baja autoestima, corregir patrones de pensamiento distorsionados y desarrollar cambios de conducta a largo plazo, de todo ello se debe de realizar un seguimiento, con el objetivo de evitar recaídas. Dicho tratamiento, involucra la combinación de una serie de estrategias en función al grado de severidad del trastorno, en este sentido destacamos las siguientes:

1. Terapia psicológica. Donde se intentará reestructurar las ideas racionales, eliminando la percepción errónea del cuerpo, mejorando la autoestima y desarrollando habilidades sociales y comunicativas entre la persona con anorexia y su entorno.

2. Médica. Ciertas medicinas antidepresivas llamadas inhibidores selectivos de re captación de serotonina, podrían ser usadas para ayudar a controlar la ansiedad y la depresión asociadas con un desorden alimenticio como es la anorexia.

3. Orientación Nutricional. Cuya estrategia diseña proporcionar al enfermo un enfoque saludable hacia la comida y al peso, y ayudarle a restablecer patrones normales de alimentación y enseñándole la importancia de la nutrición y una dieta equilibrada.

4. Terapia de grupo y/o de familia. —El apoyo de la familia es muy importante para el éxito del tratamiento. Es importante que los miembros de la familia entiendan el desorden alimenticio y reconozcan sus señales y síntomas. Las personas con desordenes alimenticios podrían beneficiarse con la terapia de grupo ya que pueden encontrar apoyo y podrán discutir abiertamente sus sentimientos y preocupaciones con otros que comparten experiencias y problemas comunes.

5. Hospitalización. — La hospitalización podría ser necesaria para tratar la pérdida de peso severa que ha dado como resultado la desnutrición y otras serias complicaciones de salud mental y física, tales como los desordenes cardiacos, depresión seria y el riesgo de suicidio. En caso de desnutrición severa se podrían necesitar; suero intravenoso, la alimentación a través de una sonda naso gástrica o una solución total nutricional parenteral, que es usada por pacientes que no pueden o no deben obtener su nutrición comiendo.

No cabe duda que la anorexia nerviosa, es una enfermedad mental que prolifera en la sociedad actual, hay que informar sobre el problema de los desórdenes alimentarios, e intentar a través de los órganos competentes, iniciar campañas de prevención donde se busque desmitificar los actuales estereotipos culturales sobre la delgadez, y convencer a los jóvenes que dejen de buscar la perfección corporal, ya que esta no tiene una medida y un peso determinado, instando a las familias que sufren esta enfermedad en su entorno que colaboren, porque la anorexia nerviosa tiene cura.

Ana Isabel Escobedo Pajares (Auxiliar Administrativo)

Rosario Alvárez Llanzón (Diplomada en Enfermería)

Rafael Alarcón Oliva (Licenciado en Psicopedagogía)
 

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