Pezzi, que realizó el servicio militar en Ceuta en el año
1974, dice que el centro y el puerto son las dos zonas que
más han cambiado; sin embargo, asegura que en la ciudad
queda mucho por hacer, sobre todo en la urbanización de las
barriadas. Su apuesta se dirige hacia la construcción en
vertical para aprovechar las vistas y la iluminación de
Ceuta; cree que el tranvía debe circular por la calle de más
tránsito de cualquier ciudad e insta a Vivas a que se
arriesgue. “los proyectos se hacen en las crisis y las obras
se ejecutan cuando se sale”.
Pregunta.- Según estadísticas presentadas por la Policía
Local, esta ciudad supera en densidad de tráfico a Nueva
York. ¿Qué remedio hay?
Respuesta.- Uno de los remedios ya lo ha propuesto el decano
del Colegio (José Luis Pérez) y pasa por hacer un tranvía en
la calle Real. En sitios más difíciles se ha hecho, como por
ejemplo en Sevilla o en Granada o en Vélez Málaga. Los
arquitectos siempre somos favorables a la ciudad densa. Lo
que no quiere decir ni que sean feas ni monstruos ni
excesivas. Lo que está claro es que Ceuta no es una ciudad
para crecer en horizontal con chalés adosados. Con una
construcción en altura se gana en vistas, en perfil; en una
ciudad como esta, que tiene poca superficie disponible es
una solución muy razonable.
P.- ¿Pero qué espacio hay en Ceuta para hacer eso?
R.- A lo mejor hay que construir encima de Ceuta. Hay muchas
ciudades que crecen por encima de sus edificios, no
necesariamente demoliendo. Hay maneras de aumentar la
densidad, de rellenar los huecos, completar. Lo que es un
desperdicio es construir en horizontal, porque no tiene
sentido; además, con un clima como este, y con estas vistas
universales, de 360 grados en torno al mar, con
orientaciones tan buenas y con vientos tan complementarios
de levante y poniente, la construcción en altura es la mejor
solución.
P.- ¿El tranvía en Ceuta por dónde iría?
R.- Pues por la calle Real. Eso es lo que ha sugerido el
decano del colegio y yo estoy de acuerdo. Tiene que ir por
el sitio más complicado y determinante para que los peatones
usen la ciudad. El tranvía es como el salón de tu casa: por
donde te mueves, entras, sales, te subes y te bajas; es algo
que es como un salón de estar, pero móvil. Si en Sevilla lo
han hecho por el pleno centro en superficie, ¿en Ceuta, por
qué no? Hay que quitarse esos complejos.
P.- ¿Se está haciendo ahora en San Fernando...
R.- La gente va por el sitio de mayor calidad, pues donde
haya buena calidad es donde hay que ponerle facilidades.
P.- ¿Y Vivas ha sido receptivo?
R.- Yo creo que sí. Los tiempos son de una crisis muy grave,
pero los proyectos se hacen en las crisis y las obras se
ejecutan cuando se sale de la crisis. Sin proyetos ahora
luego no hay obras.
P.- ¿Habría que incluirlo dentro del PGOU o se puede añadir
después?
R.- Todos los temas de movilidad siempre son proyectos de
infraestructuras especiales, pero si va en el plan estará
más avalado. El problema nunca es la financiación; el
problema son las ideas, los proyectos viables... y luego el
dinero. Y si no hay, se consigue, siempre hay modos.
P.- Construir un piso de 25 plantas, como dice José Luis
Pérez, ¿quiere decir que el entorno debe estar liberado?
R.- Hay que buscar la manera de que las soluciones se
piensen anticipadamente, como si fuera un proyecto, más que
como si fuera un Plan General: que se vea un perfil de lo
que puede ser la ciudad, que se vea el impacto de los
edificios en su entorno, las áreas que haya que liberar. En
la zona del puerto y alrededores hay tinglados portuarios
que ya no sirven.
P.- ¿Se puede pensar aquí construir sobre pilotes como se
quiere hacer en Cádiz? ¿O en rellenar?
R.- Sobre pilotes se construye frecuentemente cuando el
terreno es malo. Construir sobre el mar, en principio, es
desaconsejable desde el punto de vista ambiental, pero hay
sitios intermedios, que están en las cercanías. Lo mismo que
se ha hecho con la ampliación del Puerto en Cañonero Dato se
puede hacer en otras zonas. Y luego también hay que mirar
qué oportunidades existen en determinados solares, qué casa
viejas ya no tienen sentido y darle incentivos a los
propietarios para cambiarlos por edificios de más calidad.
Hay que estudiar cada zona como si fuera única para darle
una solución singular.
P.- ¿Qué piensa del Príncipe o de las zonas apegotonadas de
la periferia?
R.- La solución es rehabilitar y desde luego todas las
soluciones de mejora de la vivienda pasan por hacer una
ordenación urbana, no para facilitar el paso de los coches,
sino el de las personas, porque seguramente a esas calles
del Príncipe lo que le falta es urbanización, iluminación,
saneamiento, mejora de instalaciones eléctricas.
P.- ¿Qué le ha llamado más la atención de ese PGOU?
R.- No lo conozco muy a fondo, pero sí sé que tiene que
buscar la sostenibilidad de la ciudad. Primero buscar zonas
residenciales para las necesidades de vivienda, abrir paso a
los equipamientos, comunicar las zonas de la ciudad. Una de
las cosas que hemos hablado con el presidente ha sido la
posibilidad de los tapices rodantes, del mismo modo que se
ha hecho en Vitoria.
P.- ¿Qué es eso?
R.- Son como escaleras mecánicas pero en horizontal y
permiten subir andando. Se pueden ver en los aeropuertos. Es
decir, instalaciones urbanas de movilidad para salvar
desniveles fuertes y que conecten los aparcamientos de la
Marina con la calle Millán Astray o con la calle de la
Legión. En fin, que conecte la zona de la ciudad con la de
los aparcamientos para que los coches no se queden fuera.
Todas esas cosas que parecen utópicas se hacen en otras
ciudades. En Vitoria, ya hemos visto esta mañana, que para
acceder al casco antiguo hay unas especies de túneles de
cristal transparentes: protegen del clima y llevan unos
tapices que van salvando los desniveles, para que las
personas mayores, niños o discapacitados accedan a todas
partes. Y aquí hace falta acceder a todas partes porque hay
mucho promontorio y muchazona de mirador.
P.- ¿Vivienda de Protección Oficial o vivienda libre?
R.- Ahora hablar de vivienda libre es muy difícil, porque
después de la crisis del sector inmobiliario la vivienda
libre tiene una sobreoferta que, hasta que no se absorva va
a ser imposible vender. Es una oferta exagerada en todas
partes. Aquí también es priorotaria la VPO.
P.- ¿Hacia qué urbanismo se dirige ahora España?
R.- Ahora vamos al urbanismo sostenible. Caminamos al
urbanismo energético, que además de no cargar demasiado los
aspectos medioambientales negativos, produce energía. Es
decir, o ayuda a mantener agua, o a renovar la energía
solar, la eólica, o a conservar las temperaturas, a no
dilapidar el calor.
P.- ¿Hay ejemplos ya en España?
R.- Sí.
P.- ¿Y en Ceuta?
R.- En Ceuta hay pocos, pero en España, muchos y de nueva
planta. Por ejemplo, la ciudad de Valdespartera (Zaragoza);
Sarigurren (Navarra); un barrio entero en San Cristóbal de
los Ángeles (Madrid). Cada vez hay más edificios
responsables, o sea, que ni consumen demasiado, ni estropean
demasiado, ni tampoco son demasiado estruendosos.
P.- ¿Qué comparación hace de los precios de la vivienda en
España con respecto a Europa?
R.- La vivienda en España estaba sobrevalorada entre un 35 y
un 40 por ciento. Ahora está bajando notablemente a precios
normales. Eso es lo que se ha denominado burbuja
inmobiliaria. La bajada actual no es más que los precios se
adapten a la demanda, que es lo que se perdió con el boom
inmobiliario.
P.- Decía usted en una entrevista en septiembre del año
pasado que la recuperación de la venta de los pisos iba a
ser en el segundo semestre de este año. ¿Lo mantiene?
R.- La crisis es de una proporción mayor que la que se podía
prever. Es difícil que haya recuperación si los promotores
no ponen los precios razonables para que puedan ser
adquiridas, si es que no se produce una fuerte apuesta por
el alquiler. Si todas esas condiciones se van dando, no
pongo la fecha fija en el segundo semestre, pero sí digo que
se empezará a notar. Para la gente que tiene liquidez es un
momento bueno, como las rebajas de enero. Sigo siendo
optimista y creo que en 2009 descenderá la crisis. Ahora hay
gente que habla de una sobreoferta de unas 800.000
viviendas; otros hablan de un millón. Entonces, pretender
que se elimine en seis meses es difícil. Va a costar.
También depende de los promotores, en poner ese parque en
alquiler, o de las ayudas que el Estado haga para que una
serie de promociones pasen de vivienda libre a VPO.
P.- ¿Hay una buena situación local para los alrededor de 40
arquitectos ceutíes?
R.- Boyante no es, porque nos referimos a un sitio con un
territorio reducido, con dificultades para moverse de la
península aquí. Pero la situación es buena; es un colectivo
muy unido, con una responsabilidad muy fuerte en la ciudad,
hay mucho contacto con las autoridades locales, hay crítica.
En Ceuta hay mucho por hacer en sostenibilidad urbana,
accesibilidad, movilidad (tranvía no contaminante), de
circulación y aparcamiento disuasorio; hay oportunidad de
utilizar energía renovable: del viento, del sol, del agua y
la lluvia. Ceuta tiene que cambiar su paisaje a mejor. Eso
significa no tener tantas esculturas por la calle y sí
muchos miradores, sus paseos continuos por todo el perfil
marítimo, mejorar la vegetación, las zonas verdes y demoler
lo que haya que demoler. Hay algunos sitios, con esta
riqueza topográfica y de emplazamiento que, para el bien
común, habrá que quitar algún punto que tape o que sea feo.
Pero también mejorar la belleza, los colores... es que hay
mucho que arreglar.
P.- ¿Por qué apelan tanto al concurso de ideas?
R.- Los concursos de proyecto y obra acaban siendo concursos
entre constructoras. Entonces, muchas veces fallan las
ideas. Cuando se llama a miles de arquitectos, puede haber
muchas que no se puedan realizar, pero puede haber algunas
buenas y siempre una que es fantástica. Si no, la
constructora tiende a hacer los proyectos con los
arquitectos que trabajan para ella y siempre hay menos
imaginación y menos idea.
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