La Federación de Servicios públicos de la UGT, ante las
acusaciones vertidas por el delegado sindical del CSI-CSIF-SINPOBAL,
Manuel Peña, en una nota de prensa a los medios de
comunicación del pasado día 3, contra el delegado de este
sindicato en la Ciudad Autónoma, José Miguel Antúnez, y
contra el delegado de CCOO, José Antonio López, calificando
a ambos de violentos, esta Federación se ve en la obligación
de contestar al delegado de CSI-CSIF-SINPOBAL, puntualizando
lo siguiente:
Es obvio que el señor Peña ni ha olvidado, ni perdonado que
más de 40 trabajadores encabezados por José Miguel Antúnez,
abandonaran CSIF y se afiliaran a la UGT.
Durante los dos últimos años, el señor Antúnez ha tenido que
soportar estoicamente, provocaciones, insultos, vejaciones
y, por último, una supuesta agresión en plena vía pública;
todo ello porque en su día, decidió libremente irse de un
sindicato y pedir el alta en otro. Dicha agresión está
pendiente de juicio y de la correspondiente sentencia, no
estando el señor Antúnez imputado en ninguna causa penal.
El señor Peña sabe que en el mundo del sindicalismo pasamos
una reválida cada cuatro años a través de las urnas,
mediante las cuáles el conjunto de los trabajadores pone a
cada sindicato y a cada delegado en su sitio. En las últimas
elecciones celebradas en la Asamblea de la Ciudad, la lista
de UGT, de la que formaba parte el señor Antúnez, quedó a
solo 5 votos de obtener la mayoría absoluta, mientras que la
de usted, señor Peña, obtuvo los peores resultados de la
historia de CSIF en el Ayuntamiento, quizás porque dicha
lista la encabezaba usted. Cuando eso ocurre señor Peña, lo
decente es irse a su casa.
Señor Peña, la memoria es una cosa que con el tiempo se
pierde, pero pensamos que usted todavía no tiene edad para
ello; y, aprovechando sus afirmaciones calificando de
violentos al señor Antúnez y al señor López, nos va a
permitir recordarle unos hechos. ¿Recuerda usted, señor
Peña, cuando militaba en la UGT, siendo secretario general
de la FSP-UGT entonces el señor Arrillaga Mayo? Por una
discrepancia interna, de un PUÑETAZO, le echó usted la cara
abajo al señor Arrillaga. ¿Lo recuerda usted, señor Peña?
Conclusión, señor Peña: ‘Se ve antes la paja en el ojo ajeno
que una viga en el propio’. Más memoria, señor Peña, más
memoria.
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