Esta era una frase graciosa , de
mi hermano Joselito en los años ochenta , mi hermano en esa
epoca era genio y figura, lastima se haya desaprovechado esa
jerga popular con el paso del tiempo, también tenia otra que
decia que la envidia se come a la gente, y si acaso veiamos
pasar uno con cierto tufillo, ya nos entraba la risa de lo
encanijado que era fulano y asi le iba la envidia cochina.
Ya hace unos tres años, un invididuo con traje me despreció
al salir de un acuartelamiento, mi mujer lo escuchó por
detrás y dijo, mira ese que se cree que es Capitán y trabaja
en una tienda.
Lo puse en conocimiento del Teniente Coronel, pero no daba
con la Descripción fisica ni la identidad del inviduo,
borracho en cuestión, al tiempo en conversación telefónica
con el anterior General, el mismo me dio honores de Coronel,
por si acaso me lo volvia a encontrar. Fue la pasada semana,
que nos encontramos una bella chica de la infancia y yo, al
saludo de rigor me presentó a su pareja, y este ni corto y
perezoso me soltó pues mira donde ha acabado en una tienda.
Se me cambió el cuerpo de las uñas de los pies a la cabeza
al ultimo pelo, al final le pregunté a la chica que donde
trabajaba, que en un concesionario, le recordé algunas
pasadas anecdotas y dijo que era broma, lo que mas me gustó
era la complexión fisica que tiene su globo de oro si lo
viera joselito.
Lastima que todavía aparezca gente con el estilo de señorito
andaluz y esos pelos engominados para detrás, mal fichaje
amiga. Lo que si tiene su miga, es tropezarte con el mismo
invididuo en los jardines de la Argentina, dos veces en la
misma piedra, con el mismo que me queria pegar hace un mes.
Espero a la tercera no me dé la puñalada , lo triste era el
niño joven español con el mono encima buscando alguna
postura, pienso yo, cuando le iban a meter la paliza, yo me
giré y ya estaban echandome cojones, yo me fui para ellos y
cambiamos impresiones para yo tratarlo como un adulto y un
colega, la cara de este que ya me ha advertido una vez, daba
pavor por la droga esnifada y su chulería, de que servirá
mas presencia policial y las historias de siempre, al final
me apuñalarán y seré otro profesor Neira, me darán placas,
medallas, y una calle y una de dos un cajón o un nicho.
Ahora no me cabe, pero contaré en otro articulo la llamada
telefonica de Maria, que ha soñado con un extraterrestre y
eso que será.
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