El consejero de Fomento ha tenido
que aclarar que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta
no renuncia a nada, en relación a la obtención o
recuperación de las competencias en Urbanismo que la Ciudad
Autónoma, pese a tenerlas contempladas en su Estatuto de
Autonomía, le fue arrebatada mediante una ley de
acompañamiento en los Presupuestos Generales del Estado en
el año 2000, justo cuando el GIL había adquirido su
condición de gobernante en la ciudad. Y lo ha tenido que
aclarar porque la pasada semana salió a la luz que el
Gobierno de Ceuta había renunciado a solicitar las
competencias en Urbanismo. Circunstancias que derivó en
posicionamientos contrarios en la Ciudad Autónoma de Melilla
que fueron aprovechados por los socialistas melillenses para
insistir en la crítica hacia el Ejecutivo de la Ciudad
Autónoma hermana comparándolo con la mejor forma de hacer
del Gobierno ceutí. Es cierto que Ceuta no renuncia a nada,
como Melilla tampoco, pero hay algunas diferencias de
criterios, consecuencias de las notables relaciones
institucionales con las que cuenta el ejecutivo ceutí
respecto de la Administración General del Estado que no se
han basado casi nunca en fortalecer posicionamientos
partidistas frente a la hegemonía socialista al frente del
Gobierno de la nación. Melilla, por el contrario, ha elegido
el camino permanente de la confrontación traspasando la
línea de lo institucional en la crítica política. La lista
de consecuciones positivas al hilo de la forma de hacer del
Gobierno de Ceuta le ha reportado aspectos importantes en el
devenir de la ciudad y el interés general. Se ha cerrado un
convenio con la Junta que sirve de modelo ahora para el de
Melilla; en atenciones ministeriales Ceuta mantiene
relaciones muy estrechas; se creará un grupo mixto para
Urbanismo y se prepara una reforma de la normativa
urbanística para la Ciudad. Melilla, pese a todo, también se
beneficia de los pasos que da Ceuta. En el Plan de Inversión
para municipios Ceuta ha respondido con celeridad y ha
encontrado respuesta positiva de inmediato desde el Gobierno
de la nación. Melilla no ha presentado proyectos. Melilla
pide desde posturas firmes las competencias en Urbanismo y
Ceuta no abandona la idea, pero da pasos que avanzan en ese
camino sin perder un ápice de su espíritu de colaboración
leal con el Estado… como Melilla, pero de otra manera.
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