Una comparsa guapa para gente guapa. Las niñas de Perico
cambian este año la falda mágica de ‘Marypopins’ por las
enaguas de ‘Doña Cuaresma’.
La semana pasada, cuando se conoció el orden de actuación de
la final del Siete Colinas, muchos se sorprendieron. “¡Ah,
¿pero las mary popins cantan al final?!” Pues sí, les ha
tocado cantar en última posición, pero les ha tocado, que
era al fin y al cabo lo que pretendían. Y es que después de
las garantías que ofrecieron el año pasado con su debut, ni
el público podía entender que no estuvieran, ni ellas iban a
consentirlo. Así que, andando que es gerundio. Durante los
meses de ensayo han probado con bombo, sin bombo, con una
guitarra menos y con Perico (Pedro Escámez) manejando la
percusión. Al final desistieron. Se plantaron. “Yo no iba a
permitir una actuación que saliera regular; si vamos -al
Siete Colinas- es para hacerlo bien”, comenta Perico.
A falta de un par de semanas para el día cumbre, las niñas
ultiman la afinación y ya le dan ritmo a una letra y música
que han vuelto a salir de la factoria ‘Josemi Romero’, con
la sociedad de Perico, el catalizador de voces. Éste asume
la responsabilidad y se encarga de dirigir las tonalidades
en el rumbo correcto. Ya no hay marcha atrás y los 16
componentes -una de ellas, reserva- se reúnen cada día en el
local de ‘Las plantas’. Como era de esperar, ellas tampoco
quieren destapar el tarro de las esencias de su repertorio.
En pasodobles irán bien servidas y, a los dos que
interpreten en el Siete Colinas, se unirán los que luego
canten en la calle. Sin embargo, los cuplés, que lo han
dejado para el final, van con calzador.
El colorido estribillo del año pasado dio mucho juego al
público y no pasó desapercibido. Pero este año han marginado
al trabalenguas. “El estribillo de este año es bastante
alegre”, dice Susana. “Este año esperamos lo mejor; a pesar
de los premios que nos dieron, lo que mejor nos sentó fue la
respuesta del público, que hasta nos siguieron llamando para
cantar en las Cruces de Mayo”, valora. La directora dice que
el año pasado “ya se demostró lo bueno que era el grupo” y
asegura que gracias a las “tablas” que han adquirido van aún
al concurso “con más ganas”. Si el año pasado fueron la
revelación, esta vez se les va a exigir un repertorio que
las pueda meter en las medallas.
El grueso de la agrupación se mantiene y solo se han sumado
dos componentes, debido a las bajas por maternidad de
algunas de las cantantes del año pasado.
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