El currículo de Eduardo González-Gallarza empieza en 1898
con el nacimiento de su padre, un ilustre general del
Ejército y pionero en la aviación de guerra. Su hijo (que
nació en 1939 siguió los pasos del padre) se acercó ayer a
Ceuta para visitar a la Real Hermandad de Veteranos de
Ceuta, asociación que él mismo preside a nivel nacional.
Juan Vivas recibió al iceberg de la expedición en el
despacho de Presidencia.
Hace algo más de un año abandonó la vida activa militar con
cuatro estrellas y con la experiencia de haber pilotado
todos los aviones de guerra del Ejército. Ahora en la
actualidad, las únicas naves que pilota van sin motor. Entre
colinas, aprovecha el aire cálido que asciende y respira la
tranquilidad entre las aves rapaces que viven cautivas en
las colinas españolas. “El vuelo sin motor es lo más
parecido al vuelo de los pájaros”, conocido en el argot como
‘el velero’. “Te remolca una avioneta, despegas, luego
suelta un cable y te deja a buena altura; principalmente
donde están las águilas y los buitres. Siempre en las
montañas, aprovechando la onda de montaña, un efecto térmico
del aire que sube. Y te quedas allí con las aves de presa,
en el silencio, es una maravilla. Se lo comiendo practicar
alguna vez”.
González-Gallarza tiene tiempo para disfrutar de su paso a
la reserva después de muchos años sirviendo al Ejército del
Aire, donde alcanzó el rango de teniente general y, tiempo
después, la peculiaridad de contar con cuatro estrellas.
“Eso fue para asemejarnos a la OTAN”. Lógicamente, al Rey se
le puso una estrella más para llegar a cinco.
El último avión al que subió su padre fue a un ‘velero’,
“eso que yo digo que es lo más parecido a un pájaro”. Su
padre hizo el vuelo Madrid-Manila en un ‘Breguet Sexquiplano’,
una aeronave antigua pionera en el mundo. “Aprendería a
volar en alguno más sencillo”, comentó Gallarza.
El teniente general es presidente en la actualidad de la
Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y la
Guardia Civil y se ‘soltó’ como piloto en un ‘Junker’
alemán. “La expresión soltarse significa pilotar en
solitario un avión por primera vez”, explicó. Esta Hermandad
es la más numerosa en la categoría de veteranos de toda
España, con aproximadamente 30.000 socios en todo el país y
con unos 300 en Ceuta (cuyo delegado es Manuel Lancha).
Tienen representación en todas las capitales de provincia,
además de Ferrol, Cartagena y Fuerteventura.
La comitiva fue recibida ayer por Juan Vivas en el despacho
de Presidencia y poco después el comandante general les
invitó a un almuerzo dentro del Cuartel General.
“Desde pequeño ves a tu padre muy involucrado en la vida
militar y eso te impacta y te despierta la vocación”,
continuó desgranando parte de su currículo. El último avión
que pilotó fue un F-1, como coronel, el mismo en donde
perecieron recientemente tres oficiales en unas prácticas.
“He tenido la fortuna de volar todos los aviones de caza que
hemos tenido, incluso el ‘Eurofghter’, la última
adquisición”. En cuanto a sus hitos, recuerda especialmente
el primero. “En mi promoción, la XI, coincidimos con el Rey
en la Academia del Aire, donde recibimos el despacho de
teniente”.
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