La Guardia Civil sumó el pasado sábado una nueva actuación
más contra el tráfico de inmigrantes, al interceptar a una
joven subsahariana que estaba oculta en el depósito de
combustible de un vehículo que pretendía pasar de Marruecos
a Melilla por la frontera de Beni-Enzar.
Según explicó ayer la Comandancia de la Guardia Civil en un
comunicado, los hechos ocurrieron el sábado por la noche,
sobre las 22,30 horas, cuando el turismo, un Volkswagen
Passat azul de matrícula española, procedía a pasar a
Melilla por el puesto fronterizo.
Los guardias civiles que estaban de servicio realizaron una
primera inspección ocular en el maletero, donde encontraron
“ciertas irregularidades” que les llevaron a realizar un
registro más exhaustivo del vehículo, que estaba ocupado por
una sola persona.
Fue entonces cuando la Guardia Civil detectó que el depósito
de combustible había sido sustituido por una pequeña
garrafa, y en su lugar se había construido de forma
artesanal un doble fondo donde se hallaba escondida una
joven subsahariana.
La inmigrante, de 20 años de edad y originaria de Somalia,
tuvo que ser ayudada por los agentes a salir del doble
fondo, ya que estaba “completamente aprisionada” y, además,
presentaba desorientación, entumecimiento en todos sus
músculos, serias dificultades para respirar y temblores
debido a las temperaturas extremas que había tenido que
soportar.
La inmigrante, que estaba indocumentada, ha sido puesta a
disposición judicial en calidad de testigo, y posteriormente
será entregada al Cuerpo Nacional de Policía para que se le
aplique la Ley de Extranjería. También ha sido puesto a
disposición judicial el conductor del vehículo, un español
de Barakaldo, de unos 50 años de edad.
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