La Policía Nacional ha tenido que realizar varios disparos
al aire para repeler a un grupo numeroso de ciudadanos
marroquíes que les lanzaba piedras en la frontera de Melilla
y en el que un agente resultó herido al ser alcanzado por
uno de estos objetos. Esta no es la primera vez que pasa un
incidente de este tipo en el que las fuerzas de seguridad se
ven obligadas a hacer uso de sus armas para efectuar varias
salvas al aire con el fin de controlar situaciones adversas.
Según informó la Delegación del Gobierno de Melilla, el
tráfico de vehículos y peatonal se ha visto interrumpido
"durante menos de diez minutos” el mediodía de ayer en la
frontera de Beni-Enzar a causa de la actitud de un grupo de
personas, de las que no tienen permitida la entrada en
Melilla, que "aprovechando la confusión creada por la salida
de unos trescientos porteadores hacia Marruecos, han lanzado
piedras hacia nuestro puesto fronterizo".
Ante esta actitud, según añade la citada fuente, miembros de
la Unidad de Intervención Policial (UIP) "han efectuado
algunos disparos de salva a la vez que sus compañeros
procedían a cerrar las puertas de la frontera mientras se
desplazaba a los peatones y vehículos hacia el interior del
puesto fronterizo".
Agresión
La entidad gubernativa admitió que "en el curso de los
hechos uno de los agentes ha sufrido una lesión leve al ser
alcanzado por una piedra".
Por último, subrayó que "la eficaz actuación de la policía
española ha permitido restablecer la normalidad en la
frontera sobre las 13'40 horas, menos de diez minutos
después de iniciarse los acontecimientos".
Situaciones que se repiten
Esta no es la primera vez que se produce en las últimas
fechas situaciones de este tipo. La última se conoció a
través del sindicato Unión Federal de Policía (UFP) de
Melilla, que denunció que tuvo que emplear esta acción a las
14.30 horas del día ventitrés de diciembre cuando la policía
española pretendió facilitar la entrada a Melilla de una
ambulancia marroquí y un individuo se interpuso en su camino
para evitarlo. En aquella ocasión un grupo de marroquíes
empujó a un subinspector y a continuación lanzó botellas de
cristal y piedras contra los agentes, lo que obligó a las
fuerzas de seguridad a cerrar la verja de entrada y realizar
dos disparos al aire.
El sindicato de la Policía Nacional, UFP, precisamente, ha
convocado una concentración el próximo dieciséis de febrero,
para denunciar la situación que viven los policías en la
frontera y exigir que se contemple esta peligrosidad en sus
salarios.
|