Los mentideros de la imperial
villa bullen con el rumor (en la wilaya de Mekinés este fin
de semana aun no sabían nada) de deposición del emblemático
alcalde de “referencia islámica” de la capital ismailí, el
elegante Aboubakr Belkora, bajo la acusación de presuntas
irregularidades en la gestión urbanística; me adelantan que
el asunto vendría derivado por el posible cambio de uso de
los sótanos de algunas edificaciones construidas por alguna
promotora de capital familiar, ¡pecata minuta!. La medida
aun no es oficial, ni Belkora o en la Wilaya (Gobernación)
saben nada y la forzada dimisión debería publicarse en el
boletín oficial con la firma conjunta del Primer Ministro,
el controvertido Abbas El Fassi (ese si que se fue de
rositas después de una vergonzante y corrupta etapa anterior
como ministro) y el dócil responsable de Interior, Chakib
Benmoussa. Mientras les escribo estas líneas desde Taza,
13.00 horas locales del sábado, me confirman que el
secretario general del PJD, el vehemente Benkirán, mantiene
una rueda de prensa en la sede del partido en Rabat. Dos
preguntas flotan en el aire: ¿tendrán algo que ver, o solo
son un amago, las filtraciones sobre el “affaire Belkora”
con el reciente anuncio del PJD de presentarse en todas las
circunscripciones de Marruecos en las próximas elecciones
comunales del 12 de junio?. Por otro lado no digo yo que
pudiera haber ciertos desajustes en la gestión del alcalde
Belkora (de hecho ya hubo movida en 2005 con el asunto del
transporte público), pero es inaudito que salgan justo ahora
a la luz, a pocos meses de una dura batalla electoral
cuando, sin embargo, conspicuos alcaldes corruptos y
prevaricadores con caras e ínfulas bien conocidas no son
cuestionados, siendo público y sabido que el Estado marroquí
atesora, en las wilayas, documentación suficiente para
enviar a ciertos prohombres públicos a la cárcel. ¿Por qué
no se actúa contra ellos?; ¿acaso por la pertenencia de
algunos al sinuoso Istiqlal, la decadente USFP o a la
flamante tractorada del poderoso El Himma y sus “¡hip, hip,
hip!” en bermudas, como aun recuerdan abochornados en la
aduana marroquí de El Tarajal…?
Solo en Martil, el antiguo Río Martín… ¡qué les voy a
contar!. Me consta que el wali de Tetuán, sidi Khazany,
colecciona jugosos dosieres de todo tipo, entre ellos sobre
el flamante hotel que se está levantando en el extremo sur
de la cornisa, cerca del río y que habría usurpado ¡terrenos
propiedad del Estado marroquí!. Y eso solo es la punta del
iceberg. Desde luego de confirmarse el grosero ataque
gubernamental contra el PJD, buscando la cabeza del alcalde
Belkora mientras conocidos truhanes engolfados en la
política siguen llenándose el bolsillo, el Gobierno de El
Fassi demostraría una vulgar parcialidad siendo la viva
demostración de que las próximas elecciones serán otra vez
opacas, volviendo el dinero negro por sus fueros e
inclinando la manipulación estatal el fiel de la balanza. Y
aun peor: el proceso democrático marroquí volvería a estar
en entredicho. ¿Le interesa esto al Makzhén…?.
Taza amaneció el sábado húmeda y fría. En las cercanas
montañas, con sus bosques de cedros y sus imponentes grutas,
caía aguanieve y en el centro de la estratégica ciudad,
histórica entrada a Marruecos desde el machrek (en
contraposición a maghreb, donde se pone el sol), un aire
gélido barría las limpias y bien trazadas calles y avenidas,
en las que es aun perceptible la huella francesa. La
población, amable y en general bien instruida, muestra con
legítimo orgullo las raíces de sus ancestros bereberes.
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