Españolito que vienes al mundo…”
¡Que razón tenía el maestro! Porque escribo con mi moruno
corazón hecho un témpano y el sentimiento aterido. No, no
son estos vientos de levante que azotan la costa, ni la
cercanía de la nieve en la serranía de Ronda, no es el
cambio climático, sino el horror que, como madre experimento
ante la niña sevillana Marta. Desaparecida. Del portal de su
casa. Cuando volvía de comprar un cacharrillo para quemar el
incienso semanasantero que, cada primavera, emborracha el
sur entremezclándose con los azahares reventones. Una
adolescente rubia, otra niña más y a los españoles se nos
hiela el corazón en esta España que parece incapaz de
acorralar y encerrar a las malas bestias, la España
indefensa ante las alimañas que pululan sin control.
Han tenido que asesinar a la chiquitilla Mari Luz para que,
a los Poderosos, se les remuevan las tripas al envite de
manifestaciones populares y de enfurecimiento colectivo. Si
no llega a ser por el padre de la niñita asesinada, por el
furor de los españoles, por las niñas malagueñas de Mangas
Verdes víctimas de pederastas donde tuvimos que sentarnos en
los platós para que nos hicieran una pizca de puto caso a
nivel judicial, si no llega a ser por eso que llaman
“clamor” y que no es tal, sino que alcanza malos bisos de
revuelta popular, las leyes seguirían laxas, abúlicas,
irreales, bucólicas y fruto de la punta del instrumento de
privilegiados que viven en otra galaxia. En la galaxia de
los coches blindados, los escoltas, los ocho millones de
euros que el Congreso se gastará en construir un parking de
lujo para doscientas plazas oficiales, a cuarenta mil euros
la plaza ; en la galaxia de la mesa de madera de cerezo de
ciento ochenta mil euros del Ayuntamiento de Zaragoza o de
los veintiocho millones de euros que cuestan los seiscientos
cuarenta y cuatro asesores de ZP. En ese lugar idílico poco
lugar queda para legislar al pálpito del sentir del pueblo
español. Un pueblo de inmensas tragaderas, de infinita
paciencia… ¿Qué dicen? ¿Qué si no recuerdo el 2 de mayo y
que los gobernantes alienígenas nos están invadiendo y
doblegando desde su planeta particular? ¿Qué aquí se va a
liar?. No hay peligro. No se lía. Ni existen líderes ni
existen sindicatos que movilicen al populacho. A ese
populacho al que pertenezco, desde la conciencia total de
que, derechos y denuncias que no pasan por las televisiones,
sencillamente, no existen. Mejor pedir la justicia en los
platós que mendigarla con vulgares escritos ante jueces
abrumados y mal pagados, con su pléyade de agotados
funcionarios peor pagados aún.
Otra niña desaparecida. Dicen que no hay dolor más terrible
que el que conlleva conculcar las leyes de la naturaleza y
sobrevivirle a un hijo. Verdad es. Como lo es el que no hay
agonía más espantosa que sentir en las carnes el desgarro de
la desaparición de un hijo, de que se lo hayan llevado, de
no saber si sufre o si ya no le queda un álito de vida para
sufrir. ¿Qué escupen? ¿Qué las alimañas se tienen que pudrir
en las cárceles?. Les digo que ya no hay plazas en las
cárceles porque, los delincuentes extranjeros que vienen a
dar por culo a España ocupan muchos puestos y las prisiones
que están en proyecto son una anécdota, insuficientes… Y
que, encima no hay cerebrito con sueldo millonario, dietas y
sillón mullido que se decida a hacer algo tan interesante y
novedoso como pensar con realismo y comprender que, más que
cárceles convencionales, hacen falta al menos veinte grandes
psiquiátricos penitenciarios para meter en ellos a las
fieras sanguinarias y que no salgan ni con los puntos del
Avecrem. Se me hiela el corazón al ver, como los mamarrachos
que padecemos, legislan perdiendo el culo sobre blanqueo y
se afanan como mandril sobre racimo de plátanos con tramar
entre ellos venganzas políticas penando con severidad
delitos contra la ordenación urbanística y jilipolleces
similares.
Para los delitos económicos pierden el culo, Gran Fiscal
Jefe va, Gran Grupo Policial Especializado en cuentas y
facturas viene. Mucho empresario a chupar reja. Y los
pederastas, los asesinos, los psicópatas y las bestias
repugnantes que usan, guardan, visionan o disfrutan la más
terrible pornografía infantil campando por sus respetos,
porque para las pequeñas víctimas no hay Grandes Fiscales
Especiales, sirve cualquiera del montón ¿Para que esmerarse
en partirse el culo por los niños y sacarles las túrdigas
por los lagrimales a quienes les hagan daño?. Fiscal
Antiblanqueo, Fiscal Anticorrupción… ¿Qué me dicen,
señoritos togados, de la partida de doscientos veinticinco
mil ochenta y cuatro euros aprobada por el Gobierno Vasco
para sufragar este año los gastos de desplazamiento de las
familias de los criminales de ETA? ¿O los ciento cuatro mil
seiscientos noventa y ocho euros para “resarcir a las
víctimas” de la violencia policial, piojos borrokillas para
ser más precisos? Mucho bombo y platillo para castigar los
delitos urbanísticos, porque, quienes los cometen son
empresarios o alcaldes y no son nada peligrosos, es decir,
que se puede uno ensañar con ellos sin consecuencias, esos
no matan.
Y los padres llamamos a las televisiones y buscamos ayuda y
esperanza en los platós. No, no en los platós, sino
utilizando las imágenes para comunicarnos con el pueblo
español, pidiendo ayuda a los españoles y esperanza a
España, a los nuestros, entre nosotros, entre la España a la
que se le hiela el alma. ¿A que ustedes también sienten
mucho frío?.
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