Ostenta dos cargos bastante importantes a nivel local y
estatal como son el de responsable de Secretaría de Igualdad
y Mujer de la Federación de Servicios Públicos de UGT y el
de gestora procesal del Juzgado de Violencia de Género de
Ceuta. María Victoria Carrero ve en su doble función un
beneficio para los ceutíes por el acercamiento que mantiene
con el propio Ministerio de Justicia, que le ofrece una
mayor capacidad de resolución ante los problemas suscitados.
Sin embargo, el fuerte movimiento judicial del momento ha
creado una relación fría e inexistente entre sindicatos y el
propio Ministerio, por ello Carrero plantea un acercamiento
previo para sentar las bases en una negociación con
garantías.
Pregunta.- ¿Qué supone el que por primera vez en la
historia de España los jueces decidan ir a la huelga?
Respuesta.- Lo que deja ver es el gran malestar que hay en
la Administración de Justicia respecto a todos los
trabajadores que estamos involucrados, tanto poder judicial
como los secretarios y funcionarios. La labor diaria en los
juzgados es muy dura por la carencia de medios personales y
materiales, entonces ahí si coincidimos todos los ámbitos de
personal que estamos al servicio de esta Administración, en
la situación tan precaria que trabajamos y que eso, en un
momento dado, sí puede dar lugar a que se abran expedientes
tanto contra jueces como secretarios, como los propios
funcionarios. Pero no es porque en la Justicia no se
trabaje, sino porque lo hacemos en unas condiciones
prácticamente de otro siglo.
P.- Los magistrados reclaman ser tratados como
trabajadores, pero al ser un poder del Estado, ¿es posible
esa diferencia?
R.- Es muy complicado, hay un conflicto de intereses que es
difícil salvar. Además ellos tienen que dar un servicio al
ciudadano y como poder judicial pesan más que como
trabajador individual.
P.- Secretarios judiciales y funcionarios ya realizaron
jornadas de reivindicación pero ¿qué diferencia se
manifiesta con respecto a los jueces para que haya saltado
esta alarma social, mediática y política?
R.- Además del reto al Gobierno, que es muy fuerte, se
causaría un mayor perjuicio a la utilidad pública si no se
establecen unos buenos servicios mínimos porque funcionarios
somos muchos más y no se comenzaron a notar los efectos
negativos hasta pasado el primer mes. Pero si jueces son
menos y ya los problemas que hay en todos los órganos
judiciales se hacen patentes, pues el perjuicio sería aun
mayor, con retrasos, suspensiones y todo tipo de actuaciones
judiciales.
P.- ¿ Cómo describiría la relación entre los sindicatos y
el propio Ministerio?
R.- Sindicatos y Ministerio de Justicia, desde la pasada
huelga, han mantenido una relación fría e inexistente. Ahora
lo que hay por delante es mucho, porque va a afectar al
funcionario en su trabajo diario y planteamos un
acercamiento, sobre todo, con el ministro, para sentarnos
con ciertas garantías en esa negociación.
P.- A nivel local, ¿cuales son los problemas que más
atañen a los trabajadores de la justicia?
R.- Además de la sobrecarga, los términos de los edificios
judiciales. Creo que Ceuta es de las pocas ciudades de
España donde no se ha hecho un nuevo edificio judicial
adaptado a las necesidades de personal y de ciudadanos que
tienen que realizar trámites en los órganos judiciales y no
entiendo porqué. Esta es una de las mayores reivindicaciones
que llevamos haciendo pero que, tanto te entrevistes con los
responsables del Gobierno central como con la ciudad
autónoma, unos y otros te dicen que no hay problemas pero el
proyecto no acaba de salir para delante nunca.
P.- En contraste con el resto de la península, ¿cuales
son las mayores deficiencias que presenta Ceuta?
R.- Uno de los grandes problemas que se da mucho y que causa
un gran perjuicio al funcionamiento ordinario de un órgano
judicial es la movilidad, empezando por los propios
magistrados. Normalmente los que llegan aquí vienen por
ascenso, que es un destino obligatorio; entonces la mayoría
permanecen el tiempo indispensable y se marchan rápidamente
a sus ciudades de origen o a otra en la que les apetezca
estar. Entonces esa movilidad continua causa mucho daño
porque no hay una estabilidad en la persona que dirige ese
órgano judicial día a día. Además cada vez que se va un juez
hay que hacer un alarde, es decir, hay que acreditar el
estado en el que se encuentran todos los procedimientos que
él deja en ese juzgado, y es una labor que lleva diez días y
entonces el ritmo se paraliza.
P.- ¿Cual podría ser la solución a este conflicto
específico?
R.- Es difícil porque no puedes obligar a nadie a que
permanezca aquí. Sería una buena iniciativa que la gente que
viniera, permaneciera tres o cuatro años, a cambio de darle
algún beneficio. Antes, se daban más puntos a la hora de
compulsar y sería una buena iniciativa para proponer al
Consejo General para que hubiese una estabilidad.
P.- La ciudadanía realmente desconoce el funcionamiento
de un juzgado y las presiones que soportan sus trabajadores,
¿cómo se les podría explicar este hecho?
R.- Es difícil hacerles llegar la situación que se da
diariamente en un juzgado, de hecho hay mucha gente a la que
se lo cuentas y no se lo cree. Y sólo si lo ha visto porque
ha tenido que ir una serie de momentos por declaraciones o
juicios, sólo el que se ve afectado y el que tiene que
repetir en más de una ocasión esa visita, se da cuenta de la
saturación que hay en los órganos judiciales.
P.- En este corto periodo que llevas al frente como
representante sindical a nivel estatal, ¿cuales han sido las
peticiones que más te han reivindicado?
R.- A nivel nacional, el ‘mobbing’. Me están haciendo llegar
muchas denuncias de compañeros que están sufriendo temas de
acoso, que es algo que en la Administración de Justicia, se
ha dado, por desgracia, con mucha frecuencia. Son temas muy
delicados, donde probarlos es difícil, los funcionarios lo
pasan fatal y se debe estar encima, negociando con el
Ministerio la solución que se les da. Otro problema que me
plantean son las comisiones de servicio, de gente que por
temas familiares tienen que hacer mucho kilómetros
diariamente, tienen niños y no pueden atenderlos. Y en esto
el Ministerio de Justicia sigue siendo muy estricto a la
hora de conceder comisiones de servicio, cosa que sí se ha
negociado con las Comunidades Autónomas que tienen
transferencia y lo han sabido enfocar mucho mejor, con más
facilidades para estas personas.
P.- ¿Cómo compaginas el puesto de gestora procesal y
responsable sindical a nivel estatal?
R.- Voy como puedo. A la gente de Ceuta le doy mi teléfono
móvil y mi correo electrónico para cualquier problema aunque
estando en Madrid resuelves mejor porque diariamente estoy
en el Ministerio y cuando me plantean cuestiones resuelvo
directamente con la persona que luego hace la resolución que
se le envía al gerente. Entonces creo que es un beneficio
para la gente de Ceuta que yo esté allí, tengo mayor poder
de resolución, aunque inicialmente podrían decir que les
gusta tener al delegado aquí. Además hago vivir la
problemática de aquí, al ser una ciudad fronteriza, de tener
pocos intérpretes, lo que ralentiza mucho las actuaciones
judiciales.
P.- A nivel personal, ¿se siente orgullosa de los cargos
que ostenta?
R.- Estoy muy contenta y agradecida porque me han dado y me
dan mucho apoyo y ayuda siempre que la necesito. Creo que es
un puesto importante donde se pueden o intentan hacer cosas
pero encontrarte de frente con la Administración es muy
difícil y hay que ir pasito a pasito para conseguir los
logros. Pero puedo aportar mi granito de arena a esta
Administración de Justicia que además creo que le hace mucha
falta.
P.- ¿Qué metas se plantea para mejorar la situación
judicial de Ceuta?
R.- Me gustaría conseguir la mejora de los órganos
judiciales, que por fin el proyecto del Palacio de Justicia
fuera una realidad y no una causa perdida en el espacio y el
tiempo. También, que la gerencia fuera más cercana, y no en
Sevilla, porque muchas veces aunque cuentes los problemas
por teléfono, no es lo mismo que si el gerente los puediese
ver en directo y la solución a las cosas sería más pronta.
Creo que esta Administración lo que necesita es una
agilización en todo.
P.- En lo referente a su puesto como gestora procesal del
Juzgado de Violencia de Género, ¿sería posible la creación
de un órgano específico?
R.- Creo que este año va a ser difícil; lo intentaré pero
ahora el magistrado que lleva dicho juzgado en la ciudad
consiguió en una de las últimas juntas de jueces que hubo,
un reparto más favorable porque estas salas se crean para
que conozcan, únicamente, de la violencia sobre la mujer
pero en Ceuta, cuando entró a funcionar en 2005, hubo un
reunión previa donde acuerdan los mismos jueces que entre a
funcionar el número 4 y que además de llevar la violencia
sobre la mujer, se le de la competencia para conocer de los
temas de violencia doméstico, que afectan al resto de la
familia. Con lo cual se les dio una carga de trabajo
excesiva pero también fue una mala previsión porque no se
pensaba que hubiera ese número de denuncias posteriormente.
P.- ¿Se incrementan en Ceuta los casos de violencia de
género?
R.- Pues si. Hasta que me hicieron en diciembre responsable
estatal y en mi trabajo en el juzgado, pude comprobar que se
habían duplicado los casos.
P.- ¿Se conseguirá erradicar la violencia de género o se
estabilicen las cifras?
R.- No lo sé, porque según se va formando más a la
población, hay muchas mujeres que van conociendo en qué
consiste mientras que antes consideraban que eran pautas
normales como la violencia económica. Entonces cuando lo
comprenden, se quedan anonadadas pensando que ocurre en
todos los matrimonios y parejas. Según se va llegando más a
la población, esta tiene más información y creo que todavía
va a haber un número de años importantes que van a seguir
aumentando los casos. España cada vez tiene una mayor
población inmigrante y estas mujeres desconocen lo que es la
violencia de género por eso se realizan tantos cursos y yo
creo que en cuanto se informen, las cifras se irán
incrementando. Por eso creo que el Gobierno, en las ciudades
grandes, está creando más juzgados exclusivos de violencia
sobre la mujer.
P.- En cuanto a la Ley de Igualdad, la Administración de
Justicia no ha puesto en marcha los Planes de Igualdad....
R.- Ha ido dejándolo y no convocó hasta el pasado martes.
Pero resultó interesante porque nos reunimos y nos
entregaron unos protocolos que ha realizado la
Administración y que se empezarán a aplicar ya mismo para
los temas de acoso sexual y laboral en torno a la
Administración Pública y que llevábamos demandándoles desde
hace mucho. Y es cierto que el tema del ‘mobbing’ tiene
bastante incidencia pero se ha dado un paso, limitado, pero
se ha puesto sobre la mesa, y eso es lo importante.
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