En la habitual reunión del Casinet
se ha hablado largo rato de la Educación para la Ciudadanía
y las consecuencias de la decisión del Tribunal Supremo que
la refrenda rotundamente.
Algún que otro “abuelo” refunfuña sarcásticamente y asegura
que su hijo seguirá adelante con la objeción de conciencia
para que su nieto no asuma esa asignatura, o sea que asegura
rotundamente que su hijo cumple la ley de la misma manera
que la cumple los Gobiernos
Al ser preguntado el porqué dice eso, contesta con dos
preguntas: ¿acaso ponen la bandera española en los
ayuntamientos de algunas comunidades?, ¿acaso en Catalunya
hay libertad de enseñanza bilingüe?...
Puede que el “abuelo”, afiliado al partido “Ciutadans pel
Canvi”, tenga razón en algunos puntos, pero lo que hablamos
no tiene nada que ver con las banderas, sino con una
decisión del Supremo que, a no más tardar, será
complementada por el Constitucional si es que los peperos
insisten en presentar recurso.
Hay que educar a esa gente intransigente sobre la
democracia, hay que insistir en que esta palabra representa
la auténtica libertad del ser humano.
Hay que educar a esos representantes de un arcaico régimen
ya fenecido hace muchísimos años e insistirles que la
democracia significa la aprobación por la mayoría de los
representantes elegidos por el pueblo de cualquier decisión
que afecte a todos, estén o no de acuerdo con esa decisión.
La Educación para la Ciudadanía es completamente viable y
que no está reñida, en ningún caso, con la educación y
formación que los padres deben impartir.
Resultado: el 88% de los tertulianos aprueban la
implantación de esta asignatura. Del resto sólo un 7% se
opone, los restantes no dicen ni pío, o sea que se
abstienen.
También es necesario educar a las empresas de suministros,
como eléctricas y de agua, para que ofrezcan convenciones
educativas a sus comerciales y que estos se comporten como
es debido.
Me explico. Mi vecino se ha cabreado lo suyo porque mientras
estaba trabajando, dos individuos se presentaron en su casa,
estaba su mujer, y se llevaron el contador de la luz sin
previo aviso.
Llamó a la compañía eléctrica, Fecsa-Endesa, para que le
informara de esa anomalía increíble, pues estaba al
corriente de pago de los correspondientes recibos de
suministro.
Le respondieron que él había pedido el cambio de compañía y
que se había dado de baja en el servicio de la empresa.
Ciertamente él jamás se había dado de baja, ni siquiera sabe
como funciona la cosa… después de innumerables quejas pudo
por fin volver a tener el contador de la luz en casa.y con
ello el suministro. Le aseguraron, en la compañía eléctrica,
que todo se debía a un malentendido de un comercial… ¡jo!,
menudo malentendido.
Por cierto, en mi casa se han presentado varias veces tipos
bien vestidos, con una cartera bajo el brazo y un soporte de
documentos en las manos con el bolígrafo preparado y
apuntando claramente hacía ciertos apartados. Después de dar
los buenos días solicitan la factura de la luz. Al
preguntarle quiénes son y para qué quieren la factura, me
contestan que sólo cumplen órdenes de la compañía y me dicen
que simplemente he de firmar el documento que me presentan
después de haberles dejado la última factura…, ignoro si
esto esta incluido en la Educación para la Ciudadanía pero
lo cierto es que los iba mandando a freír espárragos cada
vez que me hacía ese juego tonto.
Eso ya no es un problema de educación, es un problema de
acoso y derribo, perfectamente denunciable ante los juzgados
de guardia.
Cambiemos. Cabe destacar un hecho que suele ocurrir con
determinada frecuencia: una chica de dieciséis años está
desesperada porque tiene el bombo sin ella quererlo. Su
amigo del Instituto, sin el koko, le ha metido una paletada
de microscópicos seres y uno de estos seres se ha
introducido de lleno en la bolita esa de la chica. No sabe
qué hacer, no quiere seguir con el bombo hinchándose cada
mes. Esa responsabilidad, la de llevar un bombo y el
resultado final, la está destrozando y apartando de las
falsas e hipócritas convenciones sociales. Sus padres son
objetores de conciencia sobre la Educación para la
Ciudadanía y encima la amenazan, insultan y tratan de
echarla de casa…
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