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Desde hace aproximadamente una
década, cuando quedó más que demostrado que Internet había
llegado para quedarse y obligarnos a aprovechar sus
infinitas posibilidades, Ceuta ha permanecido un año sí y
otro también en el furgón de cola de todas las iniciativas
que sobre las páginas web de los principales ayuntamientos
españoles se han venido elaborando. A fecha de hoy el
espacio de la Ciudad Autónoma en la Red sigue sin estar
preparado para ser un nexo de unión entre la Administración
local y los ciudadanos, para facilitar trámites sin
necesidad de utilizar el teléfono o de personarse en las
oficinas municipales. Es sólo otro botón de muestra de la
necesidad de realizar la revolución tecnológica pendiente,
una más de las no concretadas en la ciudad autónoma pero
también una de las que más pueden lastrar su desarrollo
económico en el futuro. Para una ciudad como esta, con su
escasísimo territorio, su escasez de recursos naturales...
Con todos esos condicionamientos que el Gobierno de Ceuta ha
repetido una y otra vez para justificar su necesidad de
mayor apoyo y solidaridad estatal es más necesario que nunca
hacer una apuesta real y decidida por las Nuevas Tecnologías
y el aprovechamiento del sector tecnológico, que no precisa
grandes terrenos como la Industria y que puede dar tantos o
mayores réditos en forma de empleo y riqueza como este. El
incesante progreso tecnológico de la sociedad actual hace
más que necesaria imprescindible la incorporación, primero
que nada, a la Administración de las tecnologías de última
generación para dar respuesta a las exigencias de los
ciudadanos, que cada vez más demandan un nuevo cauce de
comunicación con la Administración a través del nuevo marco
tecnológico que han visto incorporarse a su vida cotidiana.
Introducir estas tecnologías en el pago de las tasas
municipales debe ser sólo el primer paso de una línea de
trabajo que Hacienda, con toda la razón, debe comprometerse
a mantener, extender y perseverar hasta el final de la
legislatura.
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OPINIÓN / EDITORIAL
