Hasta que se invente una máquina del tiempo que a uno le
permita cambiar de ubicación en el planeta en un
microsegundo, sólo los libros y la imaginación que todo ser
humano tiene puede hacer al lector viajar por paraísos
inimaginables. Por si a alguno se le había olvidado esto es
precisamente lo que quieren transmitir los componentes del
grupo ‘Teatro Mágico’ a los cerca de 920 niños de cuarto de
primaria de 18 colegios ceutíes que participarán en la
campaña de animación a la lectura ‘A la sombra de un árbol’.
Este experimentado equipo de animadores socioculturales
intenta estos días captar la atención de los niños y niñas
de primaria a través de tres actividades distintas, todas
ellas dirigidas al fomento de la actividad lectora. Como si
de una gymkana se tratara cada grupo de 25 alumnos tiene que
pasar por un taller de encuadernación titulado ‘El valle de
kulu’, un teatrillo de marionetas llamado ‘El bosque
animado’ y una representación teatral interactiva.
Isaac Vázquez, uno de los miembros de ‘Teatro Mágico’,
reconoció sin pudor las “dificultades” existentes
actualmente para fomentar la lectura entre los más pequeños
debido a la competencias de las nuevas tecnologías “donde
todo está a un click”. Este explicó que el mundo de los
ordenadores es importante y debe darse a conocer a los
pequeños pero “no se puede dejar de lado la lectura”.
Vázquez consideró que muchas veces es la desgana y el
desconocimiento lo que provoca la falta de iniciativa
lectora entre los escolares. “Entre nosotros, los padres y
los profesores debemos dar el impulso que les pueda faltar”,
reconoció.
Tres estaciones para un viaje
El taller de encuadernación es, quizá, la actividad que más
pueda envolver a los niños de la pasión lectora. No en vano
se trata de hacer un libro. El método enseñado por el grupo
teatral es “sencillo” y tiene como objetivo que el niño o la
niña pueda repetir el ejercicio en casa o en clase.
El teatro de marionetas es la actividad que despide la
visita. Es uno de los momentos más divertidos, en gran parte
debido al buen hacer de los componentes del grupo y a la
factura de los títeres. Las carcajadas de los pequeños
fueron ayer constantes y seguirán así hasta que finalice la
actividad el próxim día 2.
En medio de ambas actividades se encuentra la representación
interactiva de dos historias, una ambientada en una
habitación de una casa y otra en tierras de la lejana
Birmania. “Los pequeños son los verdaderos protagonistas de
la historia. Son actores por un momento y eso es muy
importante porque les pemite conocer la historia desde otro
lugar distinto al del espectador”, agregó el representante
de ‘Teatro Mágico’.
El componente fundamental de esta fase de la campaña es que,
además de que tienen que interpretar un papel, los niños han
de caracterizarse. Las sonrisas y bromar empezaron a
florecer cuando los tutores empezaron a colocar a los niños
faldas, chalecos y abrigos al más puro estilo mongol.
Incluso uno se disfrazó de monje budista.
“A que hay veces que os ponéis a leer un cuento y no podeís
parar. Venga y venga a leer páginas”, preguntó a los
pequeños la animadora. La respuesta fue un sonoro y
continuado sí. “A que cuando os poneís a leer os meteís en
la historia como si la estuviérais viviendo en primera
persona”, continuó. Otro rotundo sí. “Pues eso es lo que os
dan los libros y no debéis perderlo jamás”.
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