La comunidad hindú de Ceuta programó un acto de
conmemoración del Día Internacional de la Paz, que se
celebra todos los 30 de enero en recuerdo de la muerte del
político indio Mahatma Gandhi, adalid de la no violencia. La
figura de este personaje histórico se engrandeció gracias al
cariño y al ensalzamiento de su memoria realizada entre
otros por el presidente de esta comunidad en Ceuta, Ramesh
Chandiramani y el vicepresidente de la Ciudad, Pedro
Gordillo. Este acto contó con una perceptible presencia de
público entre autoridades y civiles entre los que destacar
también a un grupo de hindúes procedentes del CETI.
La escultura realizada por el artista ceutí Ginés Serrán
Pagán sirvió como localización para esta celebración. Dayal
Badammal, comerciante ceutí y representante de la comunidad
hindú, leyó un manifiesto cargado de sentimiento.
Un fanático disparó a Mahatma Gandhi un 30 de enero de 1948
cuando este se dirigía a su plegaria comunitaria, comentó.
Un acto nada esperado tras haberse conseguido menos de un
año atrás la tan deseada independencia de Inglaterra para la
India. “El día en que Gandhi murió parecía una ironía del
destino. La persona que había conseguido liberar a la India
por la vía de la no violencia murió, por desgracia, víctima
de la violencia”, recordó Dayal Badammal.
El estupor y la confusión reinó en una gran nación por aquel
entonces. Incluso parecía que los políticos y amigos de
Gandhi se habían visto influidos por una “especie de locura”
que les llevó a comportarse como si deseasen probar a todo
el mundo que la obra de este no había servido para nada.
“Pero nuestra forma de pensar ha cambiado gracias a él”,
apostilló.
Gracias a la narración de acontecimientos de este
comerciante hindú hicieron aparición los lamentables sucesos
derivados de la ofensiva israelí contra el pueblo palestino.
Así, Badammal aprovechó para lanzar una reflexión: “En estos
días tan difíciles deberíamos plantearnos que es necesario
hacer un esfuerzo para vivir en Paz”.
La lectura finalizó con una de las citas más célebres de
Gandhi: “No hay camino para la Paz, la Paz es el camino”.
Muchos deberían tomar nota.
Por su parte, el vicepresidente de la Ciudad, Pedro
Gordillo, parafraseó este proverbio y recordó que el camino
que deben seguir hombres y mujeres es el del diálogo, la
comunión y el punto de encuentro. “Es necesario encontrar en
el otro puntos ese trocito de verdad que nos pueda
engrandecer”, añadió. Para terminar el político ceutí
expresó su deseo de que Ceuta pueda ser ejemplo vivo de la
doctrina de Gandhi.
Los hindúes del CETI, presentes
Justo antes de empezar el acto arribó a la estatua de Gandhi
un grupo de hindúes del CETI. Llegaron sin hacer mucho ruido
y dispuestos a participar de este acto. Tras la lectura del
manifiesto colocaron un ramo de flores a la estatua. También
aprovecharon para sumar firmas a su causa.
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