La inminente creación de la Liga de filiales cambiará el
panorama futbolístico español en las categorías inferiores.
Una idea que se está intensificando con la intención de que
la próxima temporada se ponga en marcha, una vez que la Real
Federación Española de Fútbol (RFEF) diera luz verde al
proyecto.
De momento lo único que parece claro es que comenzará la
próxima temporada. Así las cosas, habrá que decidir qué
ocurrirá con los filiales que asciendan a Segunda A esta
campaña y qué clubes ocuparán las plazas de los 16 filiales
que actualmente militan en Segunda División B. Para lo que
la Federación intentará no modificar los ascensos y
descensos en la presente temporada para no adulterar la
competición una vez iniciada. Por este motivo es partidaria
de reducir la Segunda B a tres grupos.
En caso de prosperar la reducción de cuatro grupos a tres,
se eliminarían los 16 filiales que juegan en esta categoría
y se reordenarían el resto de equipos en tres grupos. De
esta forma seguirían bajando cuatro equipos en cada grupo,
más los dos que caigan en la posterior eliminatoria por el
descenso entre los decimosextos clasificados, aunque los
clubes implicados están haciendo fuerza para que en la
presente temporada no descienda ningún equipo y se mantengan
los cuatro grupos, ya sin filiales. Un planteamiento que no
termina de convencer, ya que hay que tener en cuenta que
muchos clubes arrastran graves problemas económicos y pueden
descender si no saldan sus deudas antes del 30 de junio. Lo
que reduciría aún más el número de participantes en la
Segunda División B la campaña venidera. Por lo que habrá que
esperar a que la LFP y la Federación anuncien oficialmente
la creación de la Liga de filiales el próximo ejercicio,
para tomar medidas definitivas para reformar la categoría de
bronce.
Otro de los asuntos que se tratan es decidir qué ocurrirá
con los filiales que asciendan a Segunda A o, en el caso del
Sevilla Atlético, consiga la permanencia en esta categoría.
Lo que es seguro es que los que no den el salto a Segunda A
al final de campaña, pasarán a la Liga de filiales.
Otro planteamiento consiste en que ninguno de los filiales
pueda ascender. Una medida que beneficiaría al Ceuta en caso
de lograr el playoff de ascenso, ya que eludiría rivales
como el Villarreal B o el Real Madrid Castilla, entre otros.
De todas formas también habrá que esperar sobre este
extremo, ya que los grandes están presionando para continuar
con su filial en categoría nacional y crear otro equipo para
participar en la Liga de filiales.
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La Comisión de Segunda ´B´ se volverá a reunir
Tras una primera reunión de la
Comisión de Clubes de Segunda B para tratar la Liga de
filiales, los representantes de los clubes de la categoría
de bronce volverán a reunirse a mediados de febrero para
analizar los pros y los contras de la propuesta de la LFP.
En principio, según pudo constatar Cecilio Castillo, que
representó al Ceuta en Madrid, hay disparidad de opiniones
respecto a las ventajas e inconvenientes que acarrearía esa
nueva, preocupando el aspecto económico
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