Las bateas encalladas en el litoral de Benzú con el temporal
de viento de octubre no pueden ser retiradas por falta de
fondos. La Subdirección de Costas en Ceuta dispone de 20.000
euros de la fianza de le empresa Mejillones y Mariscos de
Ceuta, sin embargo lo presupuestado por Dragsa alcanza los
116.000.
Cuatro meses recibiendo impertérritas el oleaje en la costa
de Benzú llevan dos de las cinco bateas de las que dispone
Mejillones y Mariscos de Ceuta en esa zona del litoral
ceutí. La empresa ha sido requerida en numerosas ocasiones
pero “ya hace un mes que el dueño de la compañía, Víctor
Unzalu, dijo que vendría a Ceuta y aún estamos esperando”,
señalaron fuentes de la delegación de la Subdirección
General de Costas.
La solución debería estar en las negociaciones particulares
entre Mejillones y Mariscos de Ceuta y el seguro de la
compañía, sin embargo ante la ausencia prolongada de
noticias se ha decidido usar la fianza depositada por el
comienzo de la actividad que asciende a unos 20.000 euros.
“El problemas está en que la operación es muy complicada,
cuando solicitamos un presupuesto a la empresa Dragsa nos
dijeron que el proyecto costaría 116.000 euros”.
Ante la situación se abren dos posibles salidas: o encontrar
una empresa que esté dispuesta a respetar un presupuesto de
20.000 euros, algo en lo que se encuentra trabajando Costas;
o que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino
se haga cargo del coste de la retirada de las bateas a fondo
pérdido, “y el Ministerio no suele hacer este tipo de
inversiones si no va a poder recuperar el dinero”,
aseguraron en la Subdirección de Costas.
No se tiene previsto emprender ninguna acción legal ”porque
creemos que la situación de la compañía es bastante precaria
y sólo serviría para que se enconara el asunto”. Capitanía
Marítima tampoco abrió un expediente sancionador a
Mejillones y Mariscos de Ceuta cuando se produjo el
desprendimiento de los sistemas de fondeo y seguridad. La
razón aducida por el capitán marítimo, Jesús Fernández Lera,
fue la “virulencia” del temporal de Levante de octubre que
mantuvo un barco durante horas en el puerto de Algeciras. A
pesar de ello, Mejillones y Mariscos posee ya dos
expedientes en proceso, de los que uno se abrió por otro
desprendimiento de una de las bateas.
El peligro para la navegación mientras las estructuras estén
encajonadas en la costa es inexistente. El capitán marítimo
señaló que los problemas podrían surgir si comenzarán a
resquebrajarse los materiales y empezase a haber fragmentos
de maderas y hierros a la deriva.
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