Regresaba a casa, después de
cumplir mis deberes laborales a plazos, cuando me encontré
con un atasco fenomenal en el que la policía local me
impedía avanzar o retroceder. Tuve que quedarme como
espectador de las faenas que estaban haciendo los bomberos
en sus intentos por apagar el incendio de una vivienda.
Acabo de entrar en la tertulia del Casinet bastante
descorazonado. Un grupo de gente se ha colado en nuestra
reunión y han comenzado a chillar su descalabro económico
por culpa de la crisis, galopante crisis, del sector donde
trabajan casi todos los que chillan.
Algunos se han encontrado con la hoja de oficio judicial
prendida en la puerta de entrada de su respectivo domicilio,
en la que le conmina a desahuciar su vivienda en un plazo
determinado.
Lo siento por los que gritan, pero en la tertulia sólo acude
un abogado, pero abogado criminalista, por lo que no puede
hacer nada por ellos.
Muchos de ellos se han encontrado con que la empresa donde
trabajaban cerró sus puertas justo cuando cogieron las
vacaciones (tanto de verano como de Navidad) y se quedaron
con cuatro palmos de narices y los bolsillos más vacíos que
los estómagos de algunos niños africanos.
Los desahucios por el Impago de cuotas de la hipoteca o del
alquiler se dispararon de manera alarmante, sólo en
Barcelona hay 4.980 órdenes de desahucio, que nos hace
pensar en dónde pararan todas esas familias que quedan sin
techo.
Lo casi NO NORMAL es que los juzgados hayan ganado en
rapidez para tramitar los casos de desahucio en relación con
otros casos judiciales.
También resulta que los bancos han de quedarse con las
viviendas desahuciadas, en los casos de hipotecas, y luego
no saben qué hacer con ellas, dado que en las subastas
judiciales no asiste casi nadie cuando antes asistían
personas interesadas en invertir en un piso.
Formidable vuelta de tuerca que aprieta aún más a los
ciudadanos… mientras el Gobierno regala 500 millones de
euros a organizaciones contra el hambre… ¿no pueden echar
una manita a esta gente desahuciada, que a fin de cuentas
paga sus impuestos?
No conviene aplicar en la situación actual la política del
avestruz, solución fácil para quienes desean mandar a tomar
por culo a sus semejantes para que cuando le toque
maldecirlos encima.
Estamos asistiendo a un drama que tiene connotaciones con
los dramas de la guerra con el ejemplo, mal ejemplo de que
la producción de alimentos se destina íntegramente a la
tropa y a los ancianos, mujeres, niños y a los heridos que
lo zurzan…
Estamos asistiendo a una cosa normal, que el dinero
destinado a resolver problemas de la ciudadanía acabe en el
bolsillo de un alto cargo, con lo que los desahucios
proseguirán sin solución salomónica que beneficie a ambas
partes, prestadores y deudores.
Si ahora las autoridades dan consejos a la ciudadanía para
que se queden en casa a causa de los temporales de nieve y
viento… ¿qué consejo les daría los que se quedan sin casa?
La ilusión de la España moderna y rica se está esfumando a
ojos vista, el futuro incierto que se abre para nuestros
jóvenes y no tan jóvenes, con proyectos esperanzados y
soñadores se está transformando en un complicado y
apasionante encaje de bolillos.
Entre tanto a los presos de Guantánamo los van a desahuciar,
por decisión del negro de la Casa Blanca, y nuestro Gobierno
no ha tardado nada en ofrecerles cobijo con techo, comida y
pare Vd. De contar. ¡Qué país!
Ignoro si el incendio de la vivienda, que comenté al
principio de éste artículo, es debido a la rabia de su
inquilino desahuciado. Rabia que le ha llevado a prender
fuego como desahogo de la misma. No me dieron la información
porque no estaban seguros de las causas del incendio. El
jefe de bomberos andaba tan ocupado en dar órdenes mientras
hablaba con el cabo de la policía. Ambos fumaban sendos
pitillos.
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