La Consejería de Sanidad ha arrendado un local en el
edificio San Luis para instalar allí la nueva oficina de la
Unidad de Tabaquismo. Esta actuación cumple el objetivo
marcado por la consejera de separar la atención a
drogodependientes de la de personas que desean dejar el
hábito tabáquico.
Los operarios trabajan ahora mismo en el equipamiento y la
adaptación del local para las nuevas necesidades, según
confirmó la propia consejera de Sanidad, Adela Nieto.
Esta destacó por encima de todo la situación céntrica de
esta instalación. “Queríamos que fuera un lugar cercano a la
gente y de fácil acceso”, apuntó.
La potenciación de la Unidad de Tabaquismo es uno de los
objetivos de la consejera de Sanidad. La intención es
conseguir que una mayor cantidad de ceutíes deje el hábito
tabáquico a través de las distintas fórmulas y ayudas que
ofrece la Consejería mediante la Unidad de Tabaquismo.
Nieto aboga, respecto a la cuestión tabáquica, por la
necesidad de promocionar espacios libres de humo para
aquellas personas que no son fumadoras y que tienen derecho
a respirar sin contaminación.
Separación
El principal argumento esgrimido por la consejera para
propiciar esta separación es que la atención y los
tratamientos de los pacientes de uno y otro servicio son
“muy diferentes”. “El perfil del fumador no tiene casi nada
que ver con el del drogodependiente”, apuntó. Además, Nieto
entiende que el cambio sera “beneficioso” tanto para los
pacientes como para los profesionales.
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