El año 2008 fue un mal año para el turismo de Melilla, al
registrar un considerable descenso de los viajeros del
transporte aéreo y el número de pernoctaciones. Sin embargo,
el año sí terminó bien en el apartado del turismo de
cruceros, que permitió la llegada a nuestra ciudad de 2.728
visitantes, lo que supone un incremento del 8,7 por ciento
respecto al año anterior.
El viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, se mostró
optimista por el previsible aumento en este tipo de turismo
en un futuro próximo.
El viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, se mostró
“optimista” ante el previsible aumento del turismo de
cruceros que podría beneficiar a Melilla en un futuro
próximo, debido al desarrollo de productos específicos para
cruceristas y la reciente inauguración de la estación
marítima de nuestra ciudad, que hace de Melilla un puerto
más atractivo para los cruceros.
A preguntas de los periodistas, Mateo indicó que en 2008
llegaron a Melilla 2.728 cruceristas, lo que supone un
incremento del 8,7 por ciento respecto al año anterior. Esta
cifra se logró tras las dos paradas del ‘Kristina Regina’,
de nacionalidad finlandesa, una parada del ‘Maxim Gorkiy’,
de nacionalidad alemana, y una parada del ‘Saga Ruby’, de
bandera británica.
Desde que en el año 2000 el área de Turismo empezó a
trabajar en el campo de los cruceros, a Melilla han llegado
un total de 15.126 personas que disfrutaban de unas
vacaciones a bordo de alguno de los nueve cruceros que han
atracado hasta ahora en el Puerto de nuestra ciudad,
realizando un total de 18 paradas. Y ello, a pesar de que
entre los años 2002 y 2005 se interrumpió la llegada de
cruceros, debido al dragado que se estaba realizando en el
Puerto de Melilla, lo que impedía el atraque de estos barcos
tan grandes.
Después de este paréntesis, la Viceconsejería de Turismo
tuvo que retomar las relaciones comerciales con las
compañías de cruceros que ya habían realizado paradas en
Melilla y atraer a nuevas empresas, un objetivo en el que
este área de la Ciudad Autónoma continúa trabajando
actualmente.
Además, tal y como indicó Mateo, la apertura de la nueva
estación marítima supone una gran ventaja para atraer a más
compañías de cruceros hasta Melilla, debido fundamentalmente
a una “cuestión de imagen”. Así, el viceconsejero recordó
que hasta ahora, en la terminal antigua, había que bajar a
los cruceristas “entre contenedores”, mientras que ahora se
puede recibir a los turistas en una moderna estación que, al
estar ubicada más cerca del casco urbano, no obliga a que un
autobús tenga que trasladar a los cruceristas hasta el
centro, sino que pueden hacer el recorrido a pie.
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