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Desde 2001 un equipo de
investigadores de la Universidad de Cádiz auspiciados por la
Consejería de Cultura de la Ciudad Autónoma de Ceuta
trabajan en el descubrimiento de un yacimiento que entonces
prometía lo que con el paso de los años y de los sucesivos
trabajos financiados por el Gobierno ceutí, ha venido por
confirmarse: el yacimiento de la cueva y el abrigo de Benzú
va a servir para que los estudios hasta ahora conocidos y la
idea preconcebida de cómo pasó el hombre cazador de Africa a
Europa, pueda ponerse probablemente, y en parte, en duda.
Los hallazgos encontrados en Ceuta determinan esta razonable
posibilidad. Probablemente entonces -hace más de 200.000
años- el Estrecho no existiera como tal. Pero además, la
industria lítica practicada por la llamada cultura
musteriense, una suerte de tribu del norte de Africa,
extendida también por Andalucía y también con hallazgos en
Cantabria, se ha determinado que en Ceuta existen dataciones
mucho más antigüas que la de la peninsula, por eso los
investigadores que reconocen el calado internacional que
Benzú ya toma por sí mismo, afirman que es aquí donde ha de
ponerse todas las miradas para resolver los grandes enigmas
de la llamada prehistoria.
Probablemente los hallazgos de Ceuta, los de la Cabililla de
Benzú, puedan servir para reescribir lo hasta ahora conocido
y estudiado.
Revistas internacionales especializadas, investigadores
españoles y extranjeros, estudiantes de universidad... ya
han tomado contacto ‘in situ’ con el yacimiento y su
trascendencia, la que va cobrando día a día, sólo hace
confirmar que la apuesta decidida en su momento -hace ya
siete años- por el Gobierno de Juan Vivas ante lo que
entonces sólo era una especulación con cierta dosis de
certeza, está siendo un acierto de una consideración tan
espectacular que, sin duda, ante como avanzan las
investigaciones puede llegar a afirmarse que Benzú, además
de tener una cita con la historia, está llamada a ser
referencia para la reescritura de parte de la prehistoria.
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OPINIÓN / EDITORIAL
