Es como entiendo y considero
nuestra ciudad, a la que se intentan abrir mercados de
posibles visitantes.
Particularmente, creo que, por fortuna, Ceuta ha dejado de
ser la “gran desconocida” y mucho más ha dejado de ser la
que atraía mucha clientela, únicamente, por sus transistores
baratos.
Aquello pasó hace más de un cuarto de siglo y hoy,
cualquiera que se disponga a venir a Ceuta se encuentra con
que desde que pisa nuestro puerto está en una ciudad a tono
con lo que atrae y pide el siglo XXI, y con unos servicios y
unas atenciones que le hacen, al visitante, desde el primer
momento, ser uno más ya aquí.
La presentación en Portugal, ante un gran número de tour
operadores, puede ser la apertura de otra puerta más
llamando al turismo.
Y no es Portugal, por razones de vecindad y porque alguna de
sus raíces también están aquí, el país que nos va a dar la
espalda. De hecho, el que el pasado año hayan visitado Ceuta
unos 5000 portugueses, nos da pie a creer que, además de los
peninsulares españoles, los portugueses pueden ser los
visitantes turísticos con los que Ceuta podrá contar para el
futuro. Ceuta algo, mejor dicho, mucho, tiene que ver con la
historia de Portugal y Portugal, también, ha dejado su
huella en muchas de las partes de nuestra ciudad, con lo que
un entendimiento, un hermanamiento y un elemento
preferencial puede ser el turismo portugués para la Ciudad
Autónoma.
Por unas horas, Ceuta tuvo todo el protagonismo, y fue el
punto de mira el pasado jueves, en la Bolsa de Turismo
Portugués, en ese reclamo que pretenden hacer las agencias
de viaje, por el paso de los portugueses en los siglos XV,
XVI y XVII sobre Ceuta.
Había que dar a conocer Ceuta y se dio a conocer, con todo
tipo de detalles; había que vender una imagen y creo que se
supo vender, al menos se hizo en el lugar ideal. Los
operadores de Portugal, en torno a 40 deben haber tomado
buena nota y no se tardará en ver, en múltiples agencias
portuguesas de viajes, Ceuta como punto de vista a tener en
cuenta.
Se ha dado el primer gran paso, muy en serio, fuera. Se ha
dicho lo que es, se ha dado una imagen de modernidad y de
actualidad, todo ello fuera, por lo que no se podrá romper
esa buena impresión cuando un sábado cualquiera, por
ejemplo, en torno al mediodía llegue una excursión y a los
pocos minutos no tengan donde poder hacer sus compras.
Es un tema en el que he insistido mucho, es una apreciación
que parece que no hace demasiada gracia a quienes sólo
quieren lo bueno para su caja, sin arriesgar lo más mínimo
en mantener la imagen, con lo que de muy poco le habría
servido, ese buen trabajo, esa labor de verdadero embajador
del turismo de Ceuta, llevado a cabo por Guillermo Martínez,
si lo oficial queda perfecto, pero “lo otro” actúa de una
manera chapucera y a contra pie de cómo se tiene que ir. Y
ya nos entendemos todos, o casi todos, en lo que quiero
decir.
En el acto llevado a cabo en el Hotel Olissipo hubo
proyección de imágenes de la ciudad, unas imágenes que
revelan y muestran al mundo una ciudad actual, con la
modernidad y las comodidades que pide el siglo XXI.
Además de las imágenes, el punto básico hay que encontrarlo
en las palabras de Martínez:” Hospitalidad y amabilidad”.
Esto es más efectivo aun que las imágenes.
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