Apunto de concluir el mes de
enero, las agrupaciones carnavalescas se apresuran por
modelar tipos, ajustar coplas y entonar estribillos de cara
al próximo concurso de agrupaciones carnavalescas que se
celebra el próximo 21 de febrero.
Locales de ensayo, domicilios particulares y locales
sociales son ahora mismo testigos privilegiados de lo que se
‘cocina’ para el consumo público en las tablas del Siete
Colinas. Presentaciones, pasodobles, cuplets, potpurrís van
tomando cuerpo en las voces de los miembros de las diez
agrupaciones que se prevén actúen sobre el escenario del
teatro. Pero el carnaval que se sustenta en buena parte en
este tradicional concurso de agrupaciones no es sólo, ni de
debe ser sólo el protagonista de las carnestolendas. Desde
hace algo más de un mes, la Viceconsejería de Festejos
capitaneada por Juan Carlos García Bernardo trabaja en la
confección de un programa atractivo que enganche a los
ciudadanos ávidos de vivir unas fiestas donde la guasa y el
buen humor prevalecen en las calles.
El éxito de un carnaval que ya vive sus tres décadas en la
ciudad está realmente en la calle, en sus ciudadanos y en la
participación. Feberero se caracteriza por ser el mes donde
el aspecto más afable y simpático de la sociedad sale a
relucir. Un mes donde la crítica ácida forma parte de lo
cotidiano ya sea en formato de letra o copla, o en disfraz.
Este final de mes de enero se caracteriza por los
preparativos, entre los que se encuentra el que debe
realizar la comparsa ceutí del ‘Mixto’ que un año más vuelve
a las tablas del Gran Teatro Falla de Cádiz para dar muestra
de la calidad que también se tiene en Ceuta. Algo que
quedará constancia en la que se autodenomina cuna de
carnaval. Con el apoyo de la Ciudad Autónoma y el respaldo
seguro de los que siguen y viven el carnaval ceutí, la
comparsa del Mixto es receptora y debe serlo, sin duda, de
todos los respetos.
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