Mis reflexiones en relación a la
figura del joven político, líder de la oposición, máximo
dirigente de la UDCE y portavoz de la coalición con IU han
sido numerosas y en todas ellas, he argumentado con datos
contrastables que nos encontramos presuntamente frente a uno
de los políticos más desestabilizadores de la convivencia en
nuestra Ciudad.
Un afamado politólogo jamaicano transcribió mientras fumaba
un cigarrillo de la risa en una exótica cafetería de
Kingston, capital de esta paradisíaca isla caribeña, su
frase más celebre; “en política no todo vale”. Palabras
recogidas en todos los manuales didácticos de las más
prestigiosas facultades donde se imparten las asignaturas
correspondientes a la licenciatura en Ciencias Políticas.
Aunque, las trayectorias de algunos políticos ceutíes
demuestran que esta frase ha pasado desapercibida tanto para
ellos como para sus incondicionales discípulos a pesar de su
formación académica y todas sus actuaciones, a lo largo de
nuestra corta historia democrática han mostrado el lado más
oscuro de la política.
Políticos cuya búsqueda del poder no tiene límites,
evidenciando innumerables muestras de deslealtad hacía
quienes ostentan actualmente el Gobierno de la nación y de
la ciudad. Dirigentes que han recorrido el camino entre la
derecha y la izquierda ideológica obviando los principios
fundamentales de la ética humana utilizando, sin dudarlo,
todos los instrumentos a su alcance.
Líderes de opinión que incluso arriesgan la convivencia de
nuestras cuatro culturas con decisiones excluyentes
cimentadas en intereses partidistas totalmente alejadas del
interés general de toda una ciudadanía necesitada de la
complicidad de todos en unos momentos tan críticos de
nuestra historia.
No obstante, como perfectos conocedores de las extrañas
coaliciones realizadas entre políticos totalmente
distanciados ideológicamente a lo largo de nuestra corta
historia democrática y por supuesto, de las rupturas de
quienes compartían incluso lazos familiares, imposibilitará
aptitudes reincidentes en la toma de decisiones que ya
perjudicaron a nuestra Ciudad en el pasado.
En definitiva, aunque introduzco mi colaboración con un
breve relato fruto de mi imaginación debo confirmar la
existencia en nuestra sociedad de políticos que representan
la antitesis de la frase mencionada protagonizando
actuaciones totalmente rechazables que deberían ser atajadas
por la sociedad ceutí a través de los cauces democráticos
correspondientes.
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