Después de su eliminación de la Copa Federación el pasado
miércoles a manos del Real Jaén, la plantilla de la AD Ceuta
pasó página en la tarde de ayer, centrándose en la
competición liguera. Así el vestuario blanco se ejercitó
sobre el césped del Alfonso Murube con la mente puesta en el
Sánchez Menor de Puertollano, donde el domingo se medirá a
un rival directo en la lucha por el playoff de ascenso.
Siguiendo el guión previsto, y tras un largo viaje en
autobús, los jugadores que disputaron el encuentro en La
Victoria llevaron a cabo una sesión de recuperación, a
excepción del delantero Fran Amado, que trabajó con los que
no viajaron pese a no poder jugar el domingo en Puertollano,
al ser expulsado por roja directa. Por lo que tendrá que
cumplir un partido de sanción, una vez que el colegiado
reflejara en el acta que el algecireño fue expulsado tras
una acción en la disputa de un balón y no por una agresión.
En el entrenamiento el susto lo protagonizó el guardameta
Munir al recibir un balonazo en la cabeza que le dejó
ligeramente conmocionado. Para mayor tranquilidad, a pesar
de que se fue recuperando a medida que fue pasando el
tiempo, el fisioterapeuta del club, Miguel González,
acompañó al portero a urgencias para que le practicaran una
revisión.
En cuanto a la planificación de entrenamientos, ayer se
confirmó que el equipo celebrará dos sesiones más en tierras
ceutíes antes de trasladarse el sábado a Puertollano. Así
las cosas, el entrenamiento de hoy se mantiene en el José
Benoliel y el del sábado, algo más temprano de lo habitual,
tendrá lugar en el Alfonso Murube.
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