Hago referencia a su columna publicada en este medio el 15
de enero pasado.
Como verá, la operación de Gaza no fue una invasión, como
Vd. aseveró, toda vez que el ejército de Israel se ha
retirado en cuanto consiguió sus objetivos, que no era otro
que dañar las estructuras paramilitares de una banda
terrorista (Hamás). Y digo “paramilitares”, que no
“militares”, pues no conozco a ningún ejército del mundo
capaz de poner a sus niños delante de sus soldados, en lugar
de detrás de los mismos.
Se lo apunto, por si fuera Vd. persona amante de la verdad,
y se diera el improbable caso de que decidiera disculparse
públicamente por haber intentado, y conseguido en parte,
engañar y manipular a sus lectores. El tiempo es un juez que
pone a cada cual en su sitio.
Cuento con su réplica no exenta de veneno, que no se verá
respondida; pero no por falta de argumentos, sino
precisamente por todo lo contrario, y porque, como le he
dicho antes, el tiempo se encargará de hacerlo.
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