La paz social entre los vecinos, los comerciantes y el
Gobierno de la Ciudad vuelve a restablecerse. Si nada
cambia, acabarán las disputas. Ello ha sido posible gracias
al compromiso “personal y político” del vicepresidente,
Pedro Gordillo, a habilitar un vial en Martín Cebollino para
el tránsito de autobuses y taxis que evite, en unos meses,
el paso circulatorio de vehículos por los dos primeros
tramos de la calle Real.
Rafael Atencia, presidente de la Plataforma de la calle
Real, habló de un “acuerdo satisfactorio” y destacó la
“buena sintonía” encontrada en el Gobierno durante la
reunión mantenida ayer. Un encuentro donde estuvo además de
Gordillo, el consejero de Gobernación, José Antonio
Rodríguez y el presidente de la CECE.
El propio Atencia y la CECE formarán parte de una comisión
de estudio, junto a Procesa, que estará encargada de
ejecutar el proyecto de vial en Martín Cebollino. Mientras
tanto, el transporte público transitará por la calle Real.
El vicepresidente explicó a los representantes de los
comerciantes que no podían separar el paso del autobús del
de los taxis debido a la normativa. “Iría en contra de la
ley dejar a unos y no a otros”, aseveró Gordillo.
Mientras tanto, la Policía Local vigilará sobre el terreno,
con cuatro motos eléctricas, que sólo autobuses y taxis
circulen por la vía. Ello resultó del agrado de los
representantes de la CECE y de la Plataforma, quienes además
fueron informados de que la Ciudad instalará unas cámaras de
control.
La previsión es que el tránsito del tráfico rodado por la
calle Real dure entre 8 y 11 meses, el tiempo de redacción y
ejecución del proyecto de vial. Incluso, en el periodo
Navideño podría decretarse la peatonalización de la vía,
como ha ocurrido hasta ahora, apuntó el propio Atencia.
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