Comisiones Obreras (CCOO) de Ceuta presentó ayer su 8º
Congreso, a celebrar este viernes y sábado, con una rueda de
prensa en la que su secretario general Juan Luis Aróstegui
aseguró que el sindicato tendrá “un nuevo impulso” y anunció
“una campaña de denuncia social” contra los empresarios que
empleen ilegalmente a sus trabajadores o les exploten, “para
que los ciudadanos lo sepan“. “Vamos a hacer que sientan
vergüenza”, añadió.
Aróstegui compareció ayer acompañado de los secretarios de
Organización y Acción Sindical de CCOO de Ceuta, Ramón
Moreda y Antonio Gálvez, respectivamente, para presentar un
Congreso que reunirá el viernes y sábado a 200 delegados en
el Hotel Ulises bajo el epígrafe de Un nuevo impulso, lema
sobre el que el secretario general incidió una y otra vez
durante la rueda de prensa.
El secretario general de CCOO de Ceuta recordó la fuerza del
sindicato apoyada en los 3.600 cotizantes que tiene en la
ciudad autónoma, lo que supone un 20 por ciento de la gente
empleada, señaló, por lo que, a su juicio, “es una de las
organizaciones más activas, poderosas e influyentes de la
sociedad ceutí”.
Aróstegui habló de la necesidad de un nuevo impulso para
reactivar la economía de la ciudad y anunció que CCOO “va a
presionar a la Administración local y central para que se
modifique el modelo económico”. “Que el impulso que Ceuta
necesita venga del movimiento sindical”, añadió el
sindicalista.
Juventud e inmigración
En cambio, Aróstegui se mostró crítico con su sindicato,
“que hasta ahora no hemos sido capaces de captar a la
juventud y los inmigrantes”, dos sectores de la población
entre los que además, según dijo, “aumenta de manera
alarmante el empleo sumergido”.
El secretario general de CCOO abogó por “encuadrar a estos
trabajadores en el movimiento sindical”, pero reconoció que
“falta sintonía” con la juventud, ya que “hay desconfianza
en lo que los sindicatos puedan hacer por ellos”.
Pero las críticas más feroces se las llevó “el
recrudecimiento del comportamiento autoritario de los
empresarios de esta ciudad”, ya que dijo que se dan
situaciones de amenazas y chantajes.
“Cada vez son más frecuentes los finiquitos firmados antes
de comenzar, las horas extraordinarias obligatorias, la
explotación”, señaló Aróstegui, situaciones que “se ceban en
los trabajadores transfronterizos y los jóvenes”.
Por ello, indicó que “vamos a plantear medidas que hagan
sentir a estos empresarios vergüenza”, ya que “se amparan en
el miedo de los trabajadores a las represalias”.
“Vamos a dar un nuevo impulso a esas libertades”, aseguró el
dirigente de CCOO, “porque en una sociedad no se puede mirar
para otro lado cuando se roban los derechos a los
trabajadores”.
Así, Aróstegui anunció que además de las denuncias a la
Inspección de Trabajo –de la que dijo que sus medios
materiales son claramente insuficientes– el sindicato
“comenzará una campaña de denuncia social para que los
ciudadanos sepan quiénes son estos empresarios”.
“Necesitamos sanear las relaciones laborales en el ámbito
privado”, manifestó al tiempo que se mostró seguro de que
tras el Congreso el sindicato “se acercará más aún a los
trabajadores”.
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El sindicato lleva los casos de unos 150 trabajadores que no
cobran
Juan Luis Aróstegui se mostró
también muy crítico con el sector de la construcción, en el
que las “subcontratas de corrupción” están haciendo llegar
al sindicato a trabajadores que no cobran sus nónimas. Así,
el sindicalista cifró en unas 150 personas las que ya han
acudido a CCOO por esta causa y citó como nuevos casos las
subcontratas efectuadas por Dolmen en las viviendas de
protección oficial de Huerta Téllez o de Dragados en el
Hospital. “Nadie hace un seguimiento de estas empresas
subcontratadas”, lamentó el secretario general.
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