Un joven ha sido condenado a un año de prisión y una multa
de 360 euros por atentar y lesionar a seis agentes de la
Unidad de Intervención Rápida (UIR) en 2005 en la barriada
de Los Rosales. Los vecinos de la zona llamaron a los
agentes para denunciar el consumo de estupefacientes por
parte de un grupo de jóvenes.
Un año de prisión y una multa de 360 euros fue la sentencia
dictada ayer por la magistrada del Juzgado de lo Penal
número uno de la ciudad contra un individuo acusado de un
delito de atentado y otro de lesiones.
Los hechos ocurrieron una madrugada de 2005 cuando un grupo
de jóvenes, menores de edad, se encontraba en las
inmediaciones de la barriada Los Rosales consumiendo hachís.
En ese momento, los vecinos de la zona realizaron una
llamada a los agentes de la Unidad de Intervención Rápida (UIR)
denunciando los hechos, y estos, instantes más tarde, se
personaron en los aledaños.
Al parecer, los jóvenes provocaron a los agentes y todos se
vieron envueltos en una disputa que acabó con lesiones
físicas a los seis agentes de la Unidad de Intervención
Rápida por parte del acusado.
De ahí que los 360 euros de multa se dividan en seis
proporciones de indemnización hacia la dotación de la UIR;
hechos calificados como delito de lesiones y que el acusado
deberá pagar en plazos de 30 días a razón de dos euros
diarios.
Por el delito de atentado, el acusado cumplirá un año de
prisión. El resto de los participantes serán sancionados a
través del Juzgado de Menores de la ciudad.
Según se explicó en la sala de vistas, también existe una
demanda contra los agentes por la supuesta agresión hacia
los jóvenes que, de momento, no ha sido todavía tramitada.
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