Como se volvió a demostrar, el Municipal de San Pablo de
Écija es terreno conquistado para una AD Ceuta que en sus
diez visitas anteriores había ganado en cuatro ocasiones y
empatado en otras cinco. Pues bien, en la tarde de ayer, el
conjunto caballa logró un triunfo tan trabajado como
merecido ante un rival netamente inferior que tiene en los
ceutíes a su auténtica bestia negra.
Un conjunto que pelea por la permanencia y que dista mucho
del que la temporada pasada se alzara con el campeonato. A
pesar de ello, y de tener enfrente al equipo menos anotador
del grupo cuarto, al haber materializado doce goles en
veinte partidos, al técnico murciano Benigno Sánchez no le
dolieron prendas a la hora de dibujar un equipo con cinco
defensas, entre los que estuvieron el debutante Duque,
Juanfran, Sandro, Sergio Castaño y Pepe Martínez. Mientras
que por delante de ellos únicamente estuvo Alberto, quien
regresó al haber cumplido su partido de sanción, quien a
medida que fueron pasando los minutos necesitó de la ayuda
de Javi Navarro. Teniendo en cuenta que de inicio los
ceutíes regalaron el centro del campo, demostrando su
intención de sorprender al contragolpe, basando su juego
ofensivo en la inspiración de Elvis, Txiki y David Fas.
Quienes en el transcurso del encuentro marcaron la
diferencia. Aunque anteriormente los ceutíes soportaron la
salida de un necesitado Écija.
Sobre un terreno de juego en condiciones ínfimas para la
práctica del fútbol, los astigitanos lo intentaban con
balones en largo buscando sorprender a tan concurrida
defensa. Lo que provocó más de una indecisión a lo largo de
los noventa minutos. Lo más destacado para los locales fue
un intento de David Castro al conectar una pelota en la
frontal del área, que salió por encima del larguero o el
remate de cabeza de David Hernández que atrapó Lledó.
Así las cosas sería el Ceuta el que, con espacios, demostró
tener jugadores que atesoran una enorme calidad. Como por
ejemplo Txiki o Elvis, quienes poco antes de cumplirse la
primera media hora fabricaron el primero de la tarde tras
una brillante acción del nigeriano sobre la línea de cal,
para poner el esférico en la bota del donostiarra que la
empaló al fondo de las mallas. Un Txiki que, anteriormente,
probó fortuna con sendos disparos que murieron en las manos
de Luque.
Viéndose por debajo, los azulillos se mostraron algo más
decididos, aunque les faltó puntería en los disparos de
Jesús Rubio, llegando desde atrás, o en el lanzamiento
lejano de Angulo que salió por encima del larguero. Un
Angulo que sería el jugador más peligroso para los de Pedro
Buenaventura, quien lo intentó al botar una falta con
idéntico destino.
Intenciones que no evitaron que, antes del descanso, el
Ceuta incrementara su ventaja al prolongar Javi Navarro un
libre directo botado por David Fas al corazón del área. Lo
que subió el segundo al marcador y espoleara a los
astigitanos que pudieron recortar diferencias con un tiro
excesivamente cruzado de Angulo, tras acción individual, y
un remate de cabeza de Mario que se marchó por encima del
larguero.
En la segunda mitad el Ceuta jugó con inteligencia, buscando
el equilibrio entre la defensa y el ataque. Arguemento
suficiente para contener el empuje local. Lo que motivó que
estos dejaran espacios que fueron aprovechados por los
caballas. Como la cabalgada de Duque que, tras atravesar
todo el campo y combinar con Txiki, terminó en nada al no
encontrar rematador. O la posterior acción de Elvis que
acabó con el chut de Alberto fuera del marco defendido por
Luque.
Viendo que los suyos carecían de profundidad a la hora de
crear peligro, Buenaventura movió en banquillo, sentando
incomprensiblemente a Angulo, dando entrada a Aitor Ramos y
Hugo Díaz, quienes protagonizaron la ocasión más clara hasta
el momento de los astigitanos, al sacarse el primero un
centro chut que el segundo empaló a las nubes a puerta
vacía.
Una oportunidad malograda que fomentó el desconcierto local,
propiciado en parte por el nerviosismo de la grada. Un
panorama ante el que los sevillanos recortarían diferencias
al pescar Aitor Ramos un balón suelto en el interior del
área caballa. Lo que cambiaría las dudas de la parroquia
azulilla en apoyo hacia sus jugadores, quienes, la verdad
sea dicha, nunca creyeron en la igualada.
Ya que, lejos de dejarse intimidar, y con metros por
delante, los ceutíes trenzaban jugadas saliendo desde atrás
como la generada entre Duque, Elvis y Alberto, que el
nigeriano finalizó con un disparo excesivamente cruzado que
rozó la madera. Espacios que en tiempo añadido serían
aprovechados por Carlos Valverde para hacer el tercero a
pase del algecireño Fran Amado. Sellando así una nueva
victoria en un Municipal de San Pablo que sigue siendo
talismán.
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