Agentes de la Guardia Civil y de la Jefatura Superior de
Policía de Melilla han logrado, en la llamada 'Operación
Gaviota', la desarticulado de la "mayor organización"
dedicada al tráfico humano entre Nador y Melilla, según
detalló ayer el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar. De
los 17 detenidos, 15 eran españoles y los dos restantes,
marroquíes con residencia. Todos han pasado a disposición
policial y no se descartan nuevas detenciones. Según ha
podido saber Melilla Hoy, los mafiosos cobraban entre unos
3.000 euros a los inmigrantes para hacerlos llegar a la
ciudad ocultos en el interior de vehículos.
El delegado del Gobierno, Gregorio Escoba, comparecía ayer
para dar a conocer los pormenores de la 'Operación Gaviota'
que, iniciada en julio de 2008, ha permitido la
desarticulación de la considerada como "la mayor
organización" dedicada al tráfico de seres humano en
Melilla. Guardia Civil y Jefatura Superior de Policía de
Melilla, bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción
número 1 de la ciudad, se han encargado de poner fin a esta
organización que llevaba operando entre Nador y nuestra
ciudad algo más de un año. Al parecer facilitaban, previo
pago, la entrada de inmigrantes irregulares a Melilla
ocultándolos para ello en el interior de vehículos. La
actuación policial ha posibilitado la detención de 17
personas: 15 de ellas de nacionalidad española y las dos
restantes, marroquíes con residencia legal. Todos son
varones de distintas edades, incluyendo un hombre de más de
80 años. Entre los detenidos, se estima que se encuentran
además los seis máximos responsables de la organización.
Según Escobar, no se descarta que la cifra aumente en los
próximos días merced al "abundante material" hallado en los
cinco registros realizados en domicilios particulares.
Además se han interceptado un total de doce vehículos.
A los detenidos, que han pasado a disposición judicial, "se
les imputa un delito contra el derecho de los ciudadanos
extranjeros que está tipificado en el Código Penal con una
pena de ocho años de cárcel, al que habrá que sumar un
segundo delito de asociación ilícita", explicó el
representante gubernativo. Afirmó que se trataba de una
organización "fuertemente organizada y perfectamente
jerarquizada que operaba a ambos lados de la frontera". Los
responsables conseguían los vehículos que después
acondicionaban para el transporte de los inmigrantes, a los
que captaban en el vecino país. En cuanto a los conductores,
dijo que eran personas con bajos recursos económicos, que
algunos contaban con antecedentes penales, pero que todos
estaban "aquejados por una urgente necesidad de dinero,
según los datos obtenidos". En estos momentos el grueso de
la investigación sigue bajo secreto de sumario, razón por la
que se desconoce, por ejemplo, el número de personas a las
que ayudaron a cruzar. Lo que sí ha podido saber Melilla Hoy
de fuentes policiales, es que los integrantes de la
organización cobraban entre 2.500 y 3.000 euros a los
inmigrantes a los que prometían ayudar a entrar en
territorio nacional. Gregorio Escobar afirmó que el éxito de
la operación se debe a la "estrecha colaboración" que ha
existido entre la Guardia Civil y la Jefatura Superior de
Policía, que "han vuelto a demostrar su profesionalidad
intachable para combatir y frenar el trafico de seres
humanos en la ciudad". Por ese motivo quiso felicitar tanto
a los agentes como a sus superiores porque el trabajo
realizado demuestra que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad
del Estado desarrollan una "labor indispensable en muchos
ámbitos.
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