Para ver si este Ceuta es capaz de
volver a puestos que puedan dar opción a llegar hasta uno de
los cuatro primeros puestos. Ahora tiene la ocasión en las
dos salidas seguidas que tiene, primero a Écija y una semana
después a Puertollano.
Desde hace muchas semanas he procurado no tocar el tema del
equipo ceutí, pensando que su reacción podía llevarle a
romper esa barrera, casi infranqueable, que había hasta el
cuarto lugar.
Han pasado las semanas, se ha recuperado parte del mucho
terreno perdido y, curiosamente, otra vez, en casa, pierde
la oportunidad de pasar al Linares, y ponerse a tiro de
piedra del tercero o del cuarto. Con este nuevo resbalón no
queda otra cosa más que empezar la serie, o lo que es lo
mismo, volver a empezar.
Se empezará en Écija, en un campo que no se le ha dado
demasiado mal al Ceuta, lo malo de este año es que no se
sabe nunca cual va a ser el campo ideal para sacar los tres
puntos.
A lo largo de los más de 10 años ya, del equipo en la
categoría, hemos visto como temporada tras temporada,
incluso en los años que la situación estaba más floja,
ganaba partidos fuera, aunque luego se dejara escapar,
también, puntos de Alfonso Murube.
Esta temporada que comenzó con una victoria aplastante en
Linares, no ha vuelto a lograr un triunfo fuera de casa, con
la particularidad de que de aquí, de Ceuta, han volado
muchos otros puntos, incluso ante equipos que no parecían
tener entidad suficiente como para frenar al conjunto ceutí.
Es la hora de la verdad, si se gana alguno de estos dos
encuentros, los más optimistas seguirán pensando en las
posibilidades de meterse entre los cuatro primeros, de lo
contrario habrá que ir pensando en como se monta un equipo
de garantías para lograr los éxitos que ahora no se dan, en
otro momento.
Y este año es el que más posibilidades mostraba para hacer
una campaña brillante, si tenemos en cuenta el bajísimo
nivel del grupo, en el que, salvo el Cádiz y el
Polideportivo Ejido, sólo se han visto medianías.
Un año en el que las economías de los equipos están por los
suelos debiera haber sido el punto de arranque para poder
jugar, con todas las posibilidades de estar arriba, a lo
largo de todo el campeonato.
Todavía hay tiempo, no se ha jugado más que un partido de la
segunda vuelta, pero todo lo que no sea sacar en esta vuelta
38 puntos es estar condenados a volver a ver el próximo año
a equipos como Linares, Portuense, Marbella o Écija y, en
realidad, no es un atractivo grande para los seguidores de
Ceuta que cada vez se muestran menos optimistas, como se
demuestra cada domingo cuando el equipo juega en Alfonso
Murube.
Para el primer encuentro en casa, tras este doble
peregrinaje a Écija y a Puertollano ya se habrá cerrado el
mercado de invierno, ya se habrán jugado los tres primeros
encuentros de esta segunda vuelta y ya podremos saber si se
ha reforzado de verdad y si da pie a que se siga confiando
en sus posibilidades de clasificación en tercera o en cuarta
posición, ya que los otros dos puestos, salvo catástrofe, ya
tienen dueño.
Estamos, pues, en el momento clave. En juego hay muchas
cosas, la primera ver si el mucho dinero que ha salido de la
“casa madre” se empleó adecuadamente y a continuación si de
las tres premisas querer, saber y poder, alguna de ellas
resulta positiva, cosa que yo llevo, mucho tiempo, poniendo
en tela de juicio.
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