En la edición de ayer publicábamos esta misma noticia la
cual ha creado cierta confusión y queremos añadir a la misma
una serie de matices para que finalmente el equívoco creado
sea subsanado y todas las partes implicadas queden contentas
y nuestros lectores estén debidamente informados de esta
noticia.
Las 15 alumnas del aula taller ‘Alejandro Sevilla Segovia’,
el cual finalizó el pasado mes de diciembre, bajo la
supervisión de Inmaculada Rodríguez (directora de aquel
taller) y Nuria Dorado (especialista en Historia del Arte),
continúan la restauración de dos magníficas obras de arte
que se encuentran en el interior de la Santa Iglesia
Catedral y que datan de los siglos XVI y XVII.
A este respecto destacar que pese haber finalizado ya el
taller, estas alumnas y sus monitoras no han querido dejar
el trabajo iniciado a medias y por su propia cuenta están
trabajando todas las tardes en la Seo Septense para concluir
la restauración de tan preciadas obras de arte, esperando
terminar el trabajo a final de mes.
Después de llevar más de dos meses trabajando en la
restauración de uno de los tapices de ‘El triunfo de la
Iglesia’ fechado a mediados del siglo XVII aproximadamente,
así como de la talla de San Sebastián que se encuentra
ubicada en uno de los retablos existentes en las naves
laterales de la Seo Septense, la cual data del siglo XVI, la
que fuera directora del aula taller ‘Alejandro Sevilla
Segovia’, Inmaculada Rodríguez ha destacado el gran trabajo
que estas 15 mujeres están llevando a cabo en las citadas
obras.
Inmaculada Rodríguez destacó que, una vez finalizada toda la
labor de fijación al soporte de madera que tiene, de asentar
y fijar bien la policromía original, eliminar las
deformaciones existentes, realizar injertos de lino donde
faltaba tela, estucar las lagunas de policromía, nivelar
dichas lagunas y limpiar exhaustivamente el cuadro, han
comenzado con la reintegración cromática.
En cuanto a la talla de San Sebastián, también consiguieron
retirar todo el repinte que presentaba la imagen,
descubriéndose la carnadura original así como la sangre de
las heridas de la talla y un fino pan de oro que recubre las
cuerdas que atan las manos del Santo a un tronco de arbol,
además reforzaron y reintegraron el volumen perdido en la
peana así como que se le aplicó un tratamiento contra la
carcoma.
Finalmente a esta obra se la sometió a un tratamiento de
estucado para actualmente acabar con la reintegración de la
policromía donde hace falta para devolverle el aspecto que
originalmente presentaba la misma.
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