La magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 condenó ayer
a un individuo a pagar 720 euros de multa imputado por un
delito de quebrantamiento de condena, es decir, infringir
una orden de alejamiento impuesta por la Justicia con
anterioridad sobre su mujer. En el caso de no cumplir con la
sanción, el individuo tendrá que contestar con la
responsabilidad personal subsidiaria, esto es, será privado
de su libertad.
Los hechos ocurrieron el pasado 21 de octubre sobre las dos
y media de la tarde a las puertas del colegio Ortega y
Gasset, cuando la demandante acudía al centro para recoger a
sus hijos.
Según el escrito de la acusación particular, el individuo
sabía que la mujer se encontraba en el lugar de los hechos,
se acercó a ella y la molestó cuando tenía una orden de
alejamiento hacia su persona. El condenado, que reconoció
los hechos, alegó que lo único que quería era ver a sus
hijos. La magistrada, para contrarrestar la intervención del
acusado, le advirtió que tras dos citaciones judiciales, la
condena sería mayor si se volviese a reiterar.
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