En varias ocasiones he querido pronunciarme sobre la
situación en que se encuentra el Sistema Judicial y lo que
este hecho repercute sobre el estamento social y el contexto
de desprotección efectiva en él que nos deja. Últimamente se
han barajado en los medios dos realidades nacidas de fallos
judiciales y que han impactado sobremanera en todos los
extractos de nuestra sociedad; el caso de Mary Luz, por el
no encierro carcelario de su asesino siendo dicha encomienda
verdaderamente competencia de los Jueces tal y como
establece con meridiana claridad la legislación vigente y
también el de la madre sordomuda condenada a prisión por la
bofetada dada a su hijo de diez años, a lo que tendríamos
que unir la huelga que quieren convocar los Jueces para el
próximo 18 de febrero y los pronunciamientos que sobre este
hecho se están dando, así como también las criticas que se
están vertiendo sobre la sanción de 1500 Euros impuesta al
Juez Tirado por el Consejo General de Poder Judicial y en
relación con ésta, la desproporción que existe en la
impuesta a la Secretaria Judicial por el Ministerio de
Justicia de dos años de suspensión de empleo y sueldo.
La realidad objetiva apuntada nace a su vez de otra realidad
objetiva, la situación de total deterioro en que se
encuentra el sistema judicial para impartir su alto
cometido, motivado fundamentalmente por carencias, carencias
tan elementales para su ejercicio como la de los espacios
físicos, la de los medios económicos, humanos , técnicos, y
las excesivas controversias y delitos que les llegan, lo que
obligan a los Jueces a disponer de una muy precariedad
temporal para tratar de llegar al conocimiento de lo que en
realidad se sustenta en el rollo que le han tocado y sobre
el que tienen el deber de pronunciarse de forma motivada y
aplicando única y exclusivamente el imperio de la Ley.
Entiende este ciudadano, y dicho solamente en términos de
crítica constructiva, que es inviable y casi imposible que
un Juzgado o Tribunal pueda emitir y posteriormente ejecutar
una sentencia razonable que, aras a hechos y fundamentos de
derechos, satisfaga la pretensión del recurrente sea para
estimar o desestimar su pedimento, pero que en todo caso que
sea fundada y no deje al recurrente en lo que ellos mismos
denominan “indefensión”, y esto es inviable porqué cuando un
ciudadano se plantea acudir a la justicia su nombre y su
problema no es importante ya que en el Juzgado o Tribunal
que le toque su procedimiento es el 2480/08 uno más y una
sentencia más que implica mayores emolumentos para los
Jueces, ya que la propia Administración prima la cantidad y
no la calidad de dicho servidor público siendo ellos los
únicos garantes de nuestro “Estado de Derecho”.
La realidad objetiva anteriormente expuesta ha creado a su
vez otra realidad objetiva que no es otra que la “mala
praxis” que envuelve todo este entramado judicial y que en
mis abatares judiciales he sufrido personalmente. Esta
realidad objetiva apuntada, me la enseño la Universidad que
ha representado para mi los propios actos judiciales en los
que he intervenido, de manera totalmente pasiva, en virtud
de una legislación que nos obliga a que nuestras cuitas nos
la diriman intermediarios, en cuya intervención judicial,
nosotros somos totalmente ajenos a poder conducir nuestra
propia controversia y quedamos totalmente expuesto al
arbitrio del que hemos escogido para que nos defienda, con
lo que la ciudadanía que tiene que acudir a los Tribunales
de Justicia es totalmente lógico y comprensible se sientan
totalmente desprotegida e indefensa ante ésta, pero no por
culpa de los jueces, sino por la propia malformación del
sistema, que con el tiempo, han ido “creando” las
ramificaciones que en él se han operado y que en realidad
representan una machacadora o trituradora de las muy buenas
voluntades con lo que los jueces inician su carrera. Y digo
esto haciendo referencia al caso Mari Luz entendiendo que su
asesino hubiera ingresado en prisión si sendos escritos de
un Abogado o del Ministerio Fiscal hubieran instado la
correcta ejecución de la sentencia dictada, supuesto que en
dicho auto no consta y como mal ocurre en España lo
importante es quedar limpio de responsabilidad y que las
mismas se atribuyan a otro, sin hacer un verdadero debate de
la situación actual del Sistema Judicial y establecer
propuestas que ayuden a que estas situaciones no se
produzcan.
Y ha sido este convencimiento del Status actual del Sistema
Judicial lo que me propicio, dirigir una carta abierta a Don
José Guerrero Zaplana, magistrado de la Audiencia Nacional a
través del Diario el Mundo de Sevilla, en el que le
manifestaba; “.. Leo la opinión que le merece la
convocatoria de huelga que proponen muchos de sus compañeros
para el próximo 18 de febrero, estimando que lo mejor es
,que el colectivo judicial, en el que usted también esta
integrado, es que no hiciese huelga. Aunque no obstante
reconoce , que las Administraciones que nos gobiernan, no se
merecerían la consideración de que esta huelga se obviase.
Así como también opina y le reconoce al actual Ministro de
Justicia, que ni les apoya, ni representa , ni va a
beneficiar para nada a la “mayor” parte del colectivo de los
jueces y ni mucho menos a la carrera judicial. Tan solo con
lo expuesto por usted , y lo colegido “…que en la actual
legislatura todo va a seguir igual…”, ya tiene no tan solo
sentido la convocatoria de huelga del próximo 18 de Febrero,
sino de que a esta huelga, se adhiera el conjunto de los
ciudadanos españoles, a los que nos afectan, aun mas que al
colectivo judicial, que éste funcione, porque como muy bien
nos manifiesta en la “Tribuna Libre”, del Diario El Mundo,
lo único que pretendemos los ciudadanos del poder judicial
es que dicho “PODER DE LOS JUECES” asuma la verdadera
dimensión que le fue conferida al inicio de nuestra
civilización, y que represente el refugio en el que
guarecernos de las injusticias, y no por el contrario, la
atalaya donde se pudieran airear éstas, por la carencia de
medios humanos, técnicos y temporales que están propiciando
a nivel de calle el menosprecio hacia esta parte del Trípode
de la Democracia.
Démosle a los jueces nuestro apoyo, para que arreglen el
Sistema Judicial
Ya por ultimo, manifestar, que ante las arbitrariedades en
las que nos han colocado las acciones de gestión política,
que el único fin previsible para España, es el Caos. Poner
en la consideración del que me lea, que el único valladar
que tenemos, para que este no se produzcan, son los Jueces .
Démosle la ciudadanía a los jueces nuestro apoyo, para que
arreglen el SISTEMA JUDICIAL, recomponiendo sus medios y
adaptadlo a sus exigencias, para que puedan ejercer con
eficacia para el conjunto social su magisterio y que desde
la libertad que representa el Poder Judicial puedan adoptar
sus decisiones. Y es, desde ese punto, de total control del
sistema judicial, por los jueces desde donde se podría
interpretar como justas las criticas hacia los jueces
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