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OPINIÓN - JUEVES, 15 DE ENERO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

El Sistema Judicial

Por Ramón Cutillas García


En varias ocasiones he querido pronunciarme sobre la situación en que se encuentra el Sistema Judicial y lo que este hecho repercute sobre el estamento social y el contexto de desprotección efectiva en él que nos deja. Últimamente se han barajado en los medios dos realidades nacidas de fallos judiciales y que han impactado sobremanera en todos los extractos de nuestra sociedad; el caso de Mary Luz, por el no encierro carcelario de su asesino siendo dicha encomienda verdaderamente competencia de los Jueces tal y como establece con meridiana claridad la legislación vigente y también el de la madre sordomuda condenada a prisión por la bofetada dada a su hijo de diez años, a lo que tendríamos que unir la huelga que quieren convocar los Jueces para el próximo 18 de febrero y los pronunciamientos que sobre este hecho se están dando, así como también las criticas que se están vertiendo sobre la sanción de 1500 Euros impuesta al Juez Tirado por el Consejo General de Poder Judicial y en relación con ésta, la desproporción que existe en la impuesta a la Secretaria Judicial por el Ministerio de Justicia de dos años de suspensión de empleo y sueldo.

La realidad objetiva apuntada nace a su vez de otra realidad objetiva, la situación de total deterioro en que se encuentra el sistema judicial para impartir su alto cometido, motivado fundamentalmente por carencias, carencias tan elementales para su ejercicio como la de los espacios físicos, la de los medios económicos, humanos , técnicos, y las excesivas controversias y delitos que les llegan, lo que obligan a los Jueces a disponer de una muy precariedad temporal para tratar de llegar al conocimiento de lo que en realidad se sustenta en el rollo que le han tocado y sobre el que tienen el deber de pronunciarse de forma motivada y aplicando única y exclusivamente el imperio de la Ley.

Entiende este ciudadano, y dicho solamente en términos de crítica constructiva, que es inviable y casi imposible que un Juzgado o Tribunal pueda emitir y posteriormente ejecutar una sentencia razonable que, aras a hechos y fundamentos de derechos, satisfaga la pretensión del recurrente sea para estimar o desestimar su pedimento, pero que en todo caso que sea fundada y no deje al recurrente en lo que ellos mismos denominan “indefensión”, y esto es inviable porqué cuando un ciudadano se plantea acudir a la justicia su nombre y su problema no es importante ya que en el Juzgado o Tribunal que le toque su procedimiento es el 2480/08 uno más y una sentencia más que implica mayores emolumentos para los Jueces, ya que la propia Administración prima la cantidad y no la calidad de dicho servidor público siendo ellos los únicos garantes de nuestro “Estado de Derecho”.

La realidad objetiva anteriormente expuesta ha creado a su vez otra realidad objetiva que no es otra que la “mala praxis” que envuelve todo este entramado judicial y que en mis abatares judiciales he sufrido personalmente. Esta realidad objetiva apuntada, me la enseño la Universidad que ha representado para mi los propios actos judiciales en los que he intervenido, de manera totalmente pasiva, en virtud de una legislación que nos obliga a que nuestras cuitas nos la diriman intermediarios, en cuya intervención judicial, nosotros somos totalmente ajenos a poder conducir nuestra propia controversia y quedamos totalmente expuesto al arbitrio del que hemos escogido para que nos defienda, con lo que la ciudadanía que tiene que acudir a los Tribunales de Justicia es totalmente lógico y comprensible se sientan totalmente desprotegida e indefensa ante ésta, pero no por culpa de los jueces, sino por la propia malformación del sistema, que con el tiempo, han ido “creando” las ramificaciones que en él se han operado y que en realidad representan una machacadora o trituradora de las muy buenas voluntades con lo que los jueces inician su carrera. Y digo esto haciendo referencia al caso Mari Luz entendiendo que su asesino hubiera ingresado en prisión si sendos escritos de un Abogado o del Ministerio Fiscal hubieran instado la correcta ejecución de la sentencia dictada, supuesto que en dicho auto no consta y como mal ocurre en España lo importante es quedar limpio de responsabilidad y que las mismas se atribuyan a otro, sin hacer un verdadero debate de la situación actual del Sistema Judicial y establecer propuestas que ayuden a que estas situaciones no se produzcan.

Y ha sido este convencimiento del Status actual del Sistema Judicial lo que me propicio, dirigir una carta abierta a Don José Guerrero Zaplana, magistrado de la Audiencia Nacional a través del Diario el Mundo de Sevilla, en el que le manifestaba; “.. Leo la opinión que le merece la convocatoria de huelga que proponen muchos de sus compañeros para el próximo 18 de febrero, estimando que lo mejor es ,que el colectivo judicial, en el que usted también esta integrado, es que no hiciese huelga. Aunque no obstante reconoce , que las Administraciones que nos gobiernan, no se merecerían la consideración de que esta huelga se obviase. Así como también opina y le reconoce al actual Ministro de Justicia, que ni les apoya, ni representa , ni va a beneficiar para nada a la “mayor” parte del colectivo de los jueces y ni mucho menos a la carrera judicial. Tan solo con lo expuesto por usted , y lo colegido “…que en la actual legislatura todo va a seguir igual…”, ya tiene no tan solo sentido la convocatoria de huelga del próximo 18 de Febrero, sino de que a esta huelga, se adhiera el conjunto de los ciudadanos españoles, a los que nos afectan, aun mas que al colectivo judicial, que éste funcione, porque como muy bien nos manifiesta en la “Tribuna Libre”, del Diario El Mundo, lo único que pretendemos los ciudadanos del poder judicial es que dicho “PODER DE LOS JUECES” asuma la verdadera dimensión que le fue conferida al inicio de nuestra civilización, y que represente el refugio en el que guarecernos de las injusticias, y no por el contrario, la atalaya donde se pudieran airear éstas, por la carencia de medios humanos, técnicos y temporales que están propiciando a nivel de calle el menosprecio hacia esta parte del Trípode de la Democracia.

Démosle a los jueces nuestro apoyo, para que arreglen el Sistema Judicial

Ya por ultimo, manifestar, que ante las arbitrariedades en las que nos han colocado las acciones de gestión política, que el único fin previsible para España, es el Caos. Poner en la consideración del que me lea, que el único valladar que tenemos, para que este no se produzcan, son los Jueces . Démosle la ciudadanía a los jueces nuestro apoyo, para que arreglen el SISTEMA JUDICIAL, recomponiendo sus medios y adaptadlo a sus exigencias, para que puedan ejercer con eficacia para el conjunto social su magisterio y que desde la libertad que representa el Poder Judicial puedan adoptar sus decisiones. Y es, desde ese punto, de total control del sistema judicial, por los jueces desde donde se podría interpretar como justas las criticas hacia los jueces
 

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