Pérez Reverte, Federico Jiménez Losantos, por citar a los
más conocidos, ya están hartos de ironizar en sus artículos
con la maldita aberración lingüística de ensanchar las
oraciones colocando loes y laes a mansalva. El otro día
entra en la redacción un comunicado de prensa del Partido
Socialista de Ceuta criticando las declaraciones de Gregorio
García Castañeda. Por culpa de ese afán ‘progre’ que los
convierte en presos de su propia cárcel, utilizaban el
artículo ‘las’ incondicionalmente, hasta el repudio. Aunque
ustedes no lo vieron porque ya nos encargamos nosotros de
ocultarlo. Para estos y estas socialistas y socialistos,
decir los representantes de las barriadas significa no
incluir a las mujeres de estas barriadas, por eso se obligan
a colocar el dichoso ‘los y las representantes’, y los
dichosos ‘los vecinos y las vecinas’. Yo me pregunto si
cuando se refieren en su nota de prensa a la ciudadanía, los
hombres estamos o no incluidos, porque si no, seríamos
objeto de exclusión o por lo menos así van a conseguir que
nos sintamos algunos. Deberían dar a los varones también su
protagonismo, buscando una expresión igual de chocante a la
de las miembras. Por ejemplo, lo ciudadanío. Teniendo en
cuenta que para el común de las personas y los personos
decir ‘los vecinos de O´Donnell y Príncipe’ supone incluir
también al género femenino, me parece que la actitud progre
no hace más que recordar de manera impenitente a las mujeres
que un día estuvieron excluidas de la sociedad, que es al
fin y al cabo lo que quieren transmitir. Pero no hay mejor
manera de darse cuenta de que la mujer cuenta para todos que
teniendo olvidadas rencillas obsoletas que ya se han quedado
en un juego de parvulario. Que me disculpe Pérez Reverte por
haber utilizado su chiste habitual, pero es que es la única
anestesia posible a tanta pataleta progre.
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