Demasiados debates está
ocasionando el SI/NO del autobús por el centro de la ciudad,
y cada una de las dos apreciaciones tiene sus razones,
aunque ninguna de ellas sea la razón absoluta.
La estructura de Ceuta y el trazado de sus calles hace
insoportable, para los que viven en esas zonas, que el
autobús no pase cerca de su calle principal, por cuanto se
tendrán que desplazar, de una parte a otra andando.
Hay una parte contraria a la circulación, por ahí, del
autobús, argumentando la comodidad para los compradores, en
la zona comercial y el hecho que del centro no hay nada
lejos.
El problema es que cuando se ha reestructurado la zona,
nadie debió pensar en esta problemática, y se ha
acondicionado esa zona de una forma que en cuanto lleve dos
semanas circulando el autobús, los taxis, las ambulancias,
los vecinos que tienen la plaza de garaje ahí y ..., ya
veremos quienes más, toda la obra hecha habrá sido si no
para nada, sí para casi nada.
Una vez más no nos extrañará ver que una calle recién
preparada, con una estructura para poder pasear, para ir de
compras con tranquilidad, y para no verse bloqueada por la
circulación, es posible que tenga que ser, nuevamente,
remodelada y eso si que sería haber tirado mucho dinero y
haber ocasionado, durante las obras, muchas molestias a
todos los que circulan por allí, casi para nada.
Y si no, ya me dirán si el material utilizado en el piso de
ese tramo, recién terminado, es el más adecuado para estar
soportando el paso del autobús, con más de tres toneladas de
peso y si es el material más adecuado para aguantar el
continuo paso de los taxis y los demás servicios que tengan
que pasar por allí.
La presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro, Blanca
Vallejo, se encuentra satisfecha al saber que el autobús
volverá a pasar por esa parte del centro de la ciudad. Y no
me extraña esa satisfacción, pero quienes no deben estar tan
satisfechos son aquellos que habían visto como se había
remozado su calle, como se habían alejado ruidos y humos, de
día y de noche, y ahora tendrán que volverlos a soportar, si
es que se insiste en que esa calle sea abierta a la
circulación aunque sólo sea para los servicios públicos.
Y no creo que sea para estar demasiado contentos ver como
una zona que había quedado muy cómoda, a la altura de lo
mejor de Ceuta, ahora se va a romper en menos tiempo del que
se tardó en hacer.
Cada uno tiene sus gustos y sus preferencias, además de sus
propios intereses y por ello no me extraña que existan esas
dos apreciaciones, totalmente, enfrentadas en algo tan
simple como es el sí o el no del autobús en una zona.
Y es que puestos a ver los inconvenientes de que el autobús
no pase por tal calle, cerca de mi casa, si cada habitante
de las múltiples barriadas de Ceuta reclamara la llegada
hasta su puerta del autobús, habría que tener más líneas que
en Barcelona.
Y frente a los que dicen “sí” al autobús por el centro,
aparece, con sus razones, la plataforma para protestar por
el paso de esa línea. Los comerciantes se juegan mucho y ven
que tras ponerles el caramelo, con la remodelación de esa
calle, ahora se lo han quitado de los labios. Esta
plataforma recuerda las palabras de Juan Vivas:” El uso de
la calle será el que empresarios y vecinos decidan”. Así es.
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