Muñecas, juegos, colonias o accesorios fueron algunos de los
regalos que sus Majestades de Oriente dejaron a los jóvenes
del colectivo de Nuevas Generaciones y que entregaron en la
tarde de ayer a los más de treinta usuarios de la Asociación
de Síndrome de Down de la ciudad. Una propuesta que se
enmarca dentro de la campaña Regala una sonrisa.
Se les llenó el rostro de alegría y sorpresa, y por supuesto
un agradecimiento infinito.
Los usuarios de la Asociación de Síndrome de Down de la
ciudad recibieron, con un poco de retraso, los regalos que
los Reyes Magos habían dejado al colectivo juvenil de Nuevas
Generaciones (NNGG) y que les fueron entregados en la tarde
de ayer. Un encuentro de padres, madres, niños y mayores
entusiasmados, unos por los obsequios, y otros por ver
disfrutar del momento a sus seres más queridos. Cita a la
que no faltó, además, la consejera de Juventud, Kissy
Chandiramani, quién manifestó su agradecimiento por la
iniciativa a NNGG y resaltó que “es una actividad importante
que potencia la integración y la interculturalidad y es uno
de los ejes fundamentales del Plan de Juventud, ya sean de
diferentes culturas o, en este caso, diferente capacidad
funcional”.
Muñecos de Peter Pan o Barbie, juegos de magia o desarrollo,
colonias e incluso figuras de miembros del Fútbol Club
Barcelona fueron los regalos que recibieron los más de
treinta usuarios de Down Ceuta y que emocionaron a más de
uno. “Para mí hacer actividades como esta es muy
gratificante; la hicimos el año pasado y lo cierto es que
salimos mucho más contentos que los niños, disfrutamos con
ellos y el ver sus caras, no tiene precio”, confesó Rocío
Salcedo, presidenta de Nuevas Generaciones.
Como no podía ser de otra forma, y encantada con la
propuesta, la presidenta de la asociación Down Ceuta, María
Luisa Villadén, también quiso manifestar su agradecimiento a
los jóvenes populares. “Me parece estupendo ver la cara de
los niños, la ilusión que reflejan cuando les dan los
regalos. Además es un momento que se aprovecha para que los
mismos padres vean la evolución de sus hijos; conviven
durante los encuentros y ven cómo desde bebés son capaces de
aprender compartiendo experiencias”.
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