EL PUEBLO consiguió reunir ayer en el centro de la polémica,
la calle Real y sus nuevas paradas de autobús, a la nueva
Plataforma surgida para evitar precisamente que se
semipeatonalice esta calle. En síntesis, su planteamiento
pretende anular la apertura de esta vía a autobuses y taxis
hasta que no se haya hecho un estudio de viabilidad en las
calles aledañas y que sí están abiertas al tráfico. Y, si
fuera imposible detener esto, aceptarían el paso del autobús
por necesidad de los mayores, pero de ningún modo los taxis,
ya que consideran que el servicio queda suficientemente
atendido tal y como está en la actualidad.
El anuncio oficial de la apertura del transporte público por
la calle Real coincidió casualmente con el anuncio de la
creación de una Plataforma contraria a esta decisión. Todo
ocurrió el lunes. Por un lado, un comunicado confirmaba lo
que ya había adelantado este medio días antes, que se
establecerían varias paradas desde la Plaza de los Reyes
hasta la Maestranza, que se acondicionaría el tramo por
donde transcurriera el autobús para adecuarse a las
características de este vehículo y que taxistas, y
propietarios de garage en Echegaray, serían las otras
personas que tuvieran opción, además de vehículos de
emergencia, de circular por la calle.
La Plataforma expresó ayer con tranquilidad cuáles son los
pretextos que esgrimen. En primer lugar quieren eliminar
cualquier atisbo de polémica que pueda haber con la
Asociación de Vecinos y, en segundo lugar, aseguran que no
tienen nada en contra de los taxistas.
Una vez aclarado esto, esta nueva entidad plantea varias
posturas. La primera de ellas se remonta a agosto de 2007.
“Vivas declaró que la calle Real sería lo que los vecinos y
comerciantes quisieran”, según Rafael Atencia, portavoz de
este colectivo. “Sin embargo, nadie nos ha preguntado qué
pensamos”. Lo mismo apuntan algunos de los comerciantes que
secundan esta plataforma, entre los que destacan José
Blanco, de la joyería; Jorge Campos, de Super Roma; o
Enrique Ramos, de Muebles Daniela. “El Gobierno de la Ciudad
debería gestionar una consulta entre los vecinos de la
calle, porque yo he consultado a muchas personas que están
en contra del paso del autobús y que aseguran que no han
sido consultados. Nosotros aceptaremos lo que indique la
mayoría, faltaría más, pero queremos saber qué piensa la
mayoría, porque, de otro modo, no es justo que se diga que
se semipeatonaliza la calle atendiendo a lo que han dicho la
mayoría de los vecinos. Nosotros no nos encontramos
representados entonces por la Asociación de Vecinos del
Centro. Invitamos incluso a Blanca Vallejo -presidenta de
esta Asociación- a que se sume para dialogar”, explicó
Atencia.
Enrique Ramos aseguró que han sido muchas las consultas que
se han hecho entre los comerciantes de la zona. “La gente
está a disgusto, porque es mucho el dinero que se han
gastado en mejorar los locales y está claro que poner el
autobús va a ser un perjuicio”. Atencia, como vecino,
añadió. “Cómo se sabe de qué manera está delimitada la
calle. Que hubieran hecho entonces como en Cervantes, que sí
queda claro qué es para los coches o qué para los peatones.
Lo que aquí no queremos es un Paseo de las Palmeras II,
donde está roto el suelo”.
Por estos motivos, la Plataforma considera que lo oportuno
sería esperar a conocer la opinión de la calle, antes de que
comenzara “precipitadamente” el servicio.
También propugnan que los 110 propietarios de los garages de
la calle Echegaray sigan pasando por donde lo hacen
actualmente. Y tampoco consideran oportuno el paso del taxi.
“Como mucho un vecino deberá andar 150 metros desde los
Remedios o la plaza de los Reyes hasta su casa. Y, si la
persona está totalmente impedida, siempre ha existido un
servicio de ambulancia. O si no, ¿cómo lo hacen en el
Revellín?”, cuestionaron. El cambio de sentido de Cervantes
y Beatriz de Silva son las opciones que ellos esgrimen.
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Los bolardos de la plaza de los Reyes serán repuestos
Los alrededor de 15 bolardos que
han sido arrancados con el paso del tiempo en la plaza de
los Reyes -parte que da a la calle Real- van a ser
repuestos, según informaron ayer desde la Ciudad. Estas
protecciones de la calle consiguen evitar que los vehículos
estacionen, algo que está totalmente prohibido según la
regulación de tráfico. Los bolardos consistían en unos
pivote de acero, como se pueden ver en cualquier barriada de
la ciudad. Para que no vuelva a existir este problema, la
Administración, a través de la Viceconsejería de
Equipamientos Urbanos, va a instalar allí los que se pueden
ver en la calle Real, de aspecto azulado, triangulares y más
rocoso. Además, se colocarán maceteros entre los bolardos
que se intercalan en la calle Real para delimitar acera y
calzada.
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