He escrito por activa y por pasiva
que las ideas, en cuanto a política se refiere no existen.
Las ideas o el mundo de las ideas mueren con Platón.
No es por apuntarme tanto alguno, porque no es ningún
acierto el aseverar tal cosa. Cada día que pasa, en este
mundo en el que nos ha tocad vivir, se nos viene demostrando
que las ideas han quedado relegadas a un último termino,
donde carecen de total importancia.
Hoy lo que impera es que cada uno va a su bola como dicen
los chavales modernos, buscando lo mejor para si sin
importarle, ni poco ni mucho lo que les pueda pasar a los
demás. Impera, por tanto, aquella frase que decía la sabia
de mi abuela “dame pan y dime tonto” o aquella otra “ande yo
caliente, ríanse la gente”. Eso es lo que hay y lo que
pienso, viendo lo que estoy viendo y nada me va a hacer
cambar de opinión, mientas no se me demuestre lo contrario.
Cosa harto difícil.
Me hacen gracia todos aquellos que se apuntan el tanto y
pasean con orgullo los grandes logros conseguidos por su
bien hacer, que ha llevado a su partido a tener, cada día,
un mayor número de afiliados.
Ante el pavonearse de esos logros, se me viene a la memoria,
cuando el PSOE ganó las elecciones y gobernó Ceuta. La calle
Daoiz era un hervidero de criaturas, puño en alto, cantando
la Internacional y dando vivas y más vivas a sus líderes,
por haber conseguido aquella victoria tan deseada por la
izquierda.
En cuanto el PSOE pierde las elecciones desaparecen como por
encanto, todos aquellos que presumían de ser de izquierdas,
dejando la calle de la sede de los socialista más vacía que
Ecija en pleno mes de agosto. ¿Dónde habían metido todas
aquellas miles de criaturas qué cuando ganaron las
elecciones se manifestaron ante la sede?. ¿Qué hicieron con
sus ideas?.
Sólo quedaron aquellos que de verdad se sentían socialista,
los demás eran los que pertenecían a ese grupo que han hecho
famosa la frase “de lo mío, que”.
Por todo esto, cuando un partido gana unas elecciones, es de
lo más normal que las afiliaciones al mismo aumenten de
forma considerable. Porque, sin duda alguna, acudirán a él
todos aquellos que conforman ese grupo, cada día más
numeroso, y que responden a las siglas “de lo mío, que”
Querer presumir, apuntándose como un tanto importante, el
haber logrado un aumento de afiliados, cuando se han ganado
unas elecciones, queda sólo para los cortitos de mente.
Lo que sería un gran triunfo, poder sacar pecho y presumir
de la buena gestión realizada, es cuando el partido haya
perdido unas elecciones y no se vislumbre poder ganarlas en
poco tiempo y a pesar ,de todo ello, se aumente el número de
afiliados al partido. Eso si que sería un gran éxito.
Mientras eso no suceda y el partido esté en el gobierno, que
duda cabe que esas afiliaciones aumentaran, porque llegarán
todos esos que responden al grupo que más abunda, en estos
momentos, los pertenecientes a “de lo mío, qué”. ¿O no?
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