cultura - DOMINGO, 11 DE ENERO DE 2009

CEUTA
Cristina Marzán
ceuta@elpueblodeceuta.com

Varias personalidades de la ciudad se hacen eco del recuerdo del historiador ceutí Juan Bravo fallecido el pasado jueves a sus 88 años de edad. El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha manifestado su más sincero pésame aludiendo a la figura del arqueólogo submarino como “una personalidad de extraordinaria categoría a través de cuya trayectoria vital e intelectual le ha dado prestigio a Ceuta en todo el mundo”. Pesar al que se unió la consejera de Cultura, Mabel Deu, confesando su sobrecogimiento.

La noticia corre como la pólvora en todo el mundo ya que Juan Bravo se convirtió en una gran figura y un modelo a seguir en las campos que atañen a la arqueología submarina y su historia.

Su ciudad natal lo recuerda con cariño, entusiasmo y admiración ya que su profesionalidad y sus descubrimientos recorrieron la esfera internacional llevando a Ceuta por bandera.

Así lo ha sintetizado el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, quién ha expresado su profundo pesar ante la desaparición de Juan Bravo, describiéndolo como “una personalidad de extraordinaria categoría a través de cuya trayectoria vital e intelectual le ha dado prestigio a Ceuta en todo el mundo”.

De profesión carpintero y partiendo como un aficionado, llegó a convertirse en un gran historiador de la arqueología submarina incluso desafió a los expertos en las teorías sobre la evolución de las anclas y las ánforas.

A este respecto, el presidente de la Ciudad quiso manifestar que “su aportación en torno a la evolución de las anclas romanas constituyen hoy en día una pieza clave para cualquier investigador o científico que, en relación con la materia en el mundo, se preste representando a sí mismo una contribución esencial para avalar y profundizar en la riqueza de nuestra ciudad”.

Juan Bravo fue el primer instructor nacional de submarinismo que se tituló en España siendo reconocido con la Medalla de la Federación Española de Actividades Subacuáticas de la Delegación Nacinal de Deportes.

Muchas anécdotas, recuerdos y reconocimientos que se mantendrán guardados en la memoria del pueblo de Ceuta.
 

Deu: “Gracias a su dedicación ha dejado un gran legado”

La consejera de Cultura, Mabel Deu, confesaba su sobrecogimiento al conocer, en la mañana de ayer, la defunción del prestigioso arqueólogo declarando que “ha sido un gran bajón emocional”. Deu recordó con entusiamo algunos de los rasgos que caracterizaron al historiador ceutí haciendo memoria de la condecoración que le otorgó el Instituto de Estudios Ceutíes con la Insignia de Oro. “Mantengo una imagen alegre, humilde, sincera. Era muy trabajador y gracias a su dedicación ha dejado un legado muy grande en la ciudad. Lo que más destacaría es su modestia a pesar de los grandes descubrimientos que definen su trayectoria y el amor que sentía hacia la arqueología”. La consejera de Cultura también adelantó que una de las propuestas a debatir en el Pleno será el “poner a una calle especial, su nombre”.
 

Chamorro: “Tenía un enorme tesón y lo transmitía a los demás”

Simón Chamorro, director del Instituto de Estudios Ceutíes en el cual formó parte Bravo, fue compañero y amigo del arqueólogo ceutí y a pesar de la profunda tristeza del acontecimiento, recuerda, entre risas y emoción, anécdotas. “Era serio, evanista, innovador en todos los sentido dentro de una profesión muy antigua. Yo tenía 14 años cuando lo conocí y aún lo recuerdo como una persona que cautivaba y era capaz de transmitir. Se definía como una persona muy perseverante, con una capacidad de trabajo inmensa. Tenía un enorme tesón y se lo radiaba a los demás aunque a mí lo que más me contagió fue la perfección, que las cosas estuvieran bien hechas”. narró, entusiasmado, Chamorro, que tampoco pudo evitar versar sobre la profesionalidad y originalidad en la reconstrucción del ancla romana que realizó Bravo.