El juez de la Intrucción 3 ha solicitado al hospital del
INGESA el historial y el expediente, así como las
declaraciones del ginecólogo, cardiólogo, intensivista y
pediatra que intervinieron en el ‘caso Rosello’, en el cual
se produjo la defunción de una ceutí y, posteriormente, la
de su bebé, por un fallo cardíaco y la cesárea de emergencia
practicada. Una petición que ha formulado al letrado de la
acusación particular, ya que “según lo que atestigüen en
calidad de testigos, se les podría imputar en el caso”. Por
el momento, el hospital no ha aportado los documentos
solicitados aunque se espera que lo haga en esta semana.
El magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 ha dado
luz verde a la petición formulada por la acusación
particular en el ‘caso Rosello’, en el cual se produjo la
defunción de una mujer y su bebé en el hospital del INGESA
el pasado mes de noviembre.
La demanda de la acusación particular, aceptada por el juez,
reclama al centro médico los expedientes y el historial de
los facultativos que intervinieron en la cesárea y el
posterior nacimiento del neonato, ya que será objeto de
enjuiciamiento si se produjo una mala praxis o una
negligencia médica por parte de los profesionales. Según el
letrado de la familia, “la documentación exigida acreditará
las facultades de los médicos que intervinieron en el caso,
además de solicitar sus declaraciones en calidad de testigos
y, según lo que atestigüen, se les imputará o no”.
Actualmente, el magistrado de la Instrucción número 3 posee
entre las diligencias previas del caso y la ya iniciada fase
de instrucción, la autopsia de la fallecida así como su
historial clínico para estudiar desde qué momento la
paciente padecía deficiencia cardíaca, causa que llevó a su
pérdida. Además de los informes periciales y el acta de
defunción del bebé en el hospital Puertas del Mar de la
capital gaditana. “Aunque esta semana esperamos que el
INGESA presente los documentos que se le han solicitado”,
argumentó el letrado de la acusación particular.
Un posible delito
La denuncia que interpuso en noviembre el marido y padre de
los fallecidos en el ‘caso Rosello’ habla de una negligencia
médica con un fallecimiento lo que podría incurrir en un
posible delito por imprudencia con resultado de muerte, en
este caso, de la madre y el bebé, según explicó en su
momento el portavoz de la familia.
Con todos los documentos sobre la mesa y a la espera de las
últimas pruebas solicitadas por la acusación particular, el
procedimiento judicial tendrá en cuenta dos vías legales:
por un lado, si fue una mala praxis médica o una negligencia
médica. Y en el caso de que sólo hubiera sido una errónea
práctica profesional en el tratamiento de la fallecida, “no
lo fue con el bebé, ya que a una persona que le da un
infarto grave, en ese estado, no es normal que la tuviesen
en espera sin proceder a la cesárea y sacar a la pequeña”,
de ahí que ésta presentase desde un primer momento muerte
cerebral, lo que impidió al equipo de neonatología gaditano
salvar la vida de la recién nacida.
La pequeña nació con ocho meses de gestación y se mantuvo
con vida artificialmente en el Materno de Cádiz hasta que su
progenitor dio permiso para que fuese desconectada.
Una historia sin final feliz
Qué mejor regalo hubiera sido estas Navidades que dar a luz
a una preciosa bebé que se convertiría en el cuarto miembro
del hogar y una fiel compañera de juegos y travesuras para
la hermana mayor.
Pero el destino le jugó una mala pasada a esta familia ceutí
el miércoles 13 de noviembre, cuando Rosello acudía por
cuarto día consecutivo al hospital civil, fatigada y con
taquicardia, en su octavo mes de gestación. Eran las diez de
la mañana cuando ingresó y sobre las cuatro y media de la
tarde cerraba los ojos para no despertar jamás debido a un
fallo cardíaco grave con fracaso ventricular izquierdo.
Durante la cesárea de emergencia para intentar salvar la
vida del bebé, la ceutí perdía la vida y la pequeña era
trasladada al hospital Puertas del Mar de Cádiz para que el
equipo de neonatología luchase por la superviviencia de la
recién nacida. Aunque la esperanza era mínima ya que ‘a
priori’, nació con muerte cerebral y días más tarde su
progenitor autorizaba la desconexión de la neonata.
A pesar del trágico suceso y el duro golpe, el marido y
padre de las fallecidas mantuvo la lucidez al comprobar que
en el parte de defunción relatado por el hospital del INGESA
se acreditaba muerte natural. Razón por la que el cabeza de
familia interpuso una denuncia en el Juzgado de Instrucción
número 3, que por la fecha, se encontraba de guardia.
Las últimas peticiones de la acusación particular reclaman
las declaraciones del ginecólogo, el cardiólogo, el
intensivista y el pediatra que intervinieron en el
operativo, en calidad de testigo; y en base a ello, podrían
ser imputados en el caso, que el juez dictaminará en función
de si hubo una mala praxis o una negligencia médica. Aunque
por el momento el ‘caso Rosello’ se mantiene en instrucción.
|