María Elena Torregrosa Moreno, que saltó a los medios de
comunicación el pasado mes de diciembre al ser excluida del
censo del PSOE sin ningún otro rasgo público más allá del de
ser esposa de Basilio Fernández, presentó ayer en la
Delegación del Gobierno una denuncia contra el PSOE para el
Ministerio de Igualdad.
“Como usted bien conoce, con fecha 10 de octubre de 2007, la
Comisión Ejecutiva Federal del PSOE acordó disolver la
Federación de Ceuta, a la que pertenecía la que suscribe, lo
que provocó la perdida de la condición de militante de todos
los afiliados que en ese momento integraban el censo del
partido en esta ciudad”. Así comienza la carta que María
Elena Torregrosa, cuya única significación pública hasta el
pasado 13 de diciembre era ser la esposa del ex presidente
de la Ciudad, Basilio Fernández, registró ayer ante la
Delegación del Gobierno para ser tramitada como denuncia
ante el Ministerio de Igualdad.
El motivo de la misma es denunciar la actitud de quien fue
presidente de la Comisión Delegada de Ferraz, Salvador de la
Encina, que según Torregrosa denegó su afiliación al partido
cuando se abrió el censo por basarse “no en razones
objetivas, contrastadas y explicitadas, sino única y
exclusivamente en mi condición personal y social de mujer y
esposa de un militante crítico con dicha formación
política”.
Por ello la denunciante solicita, al entender que con su
proceder el diputado violó la Ley de Igualdad, “que se
articulen los mecanismos administrativos y, en su caso,
judiciales, que fueren necesarios para restablecer el
derecho a la igualdad amparado por la Ley invocada y
conculcado por la organización política denunciada”.
‘Quemar’ a la viuda
En su exposición de los hechos la esposa de Fernández
asegura a la ministra Bibiana Aído que sólo hubo “una” razón
para excluirla del censo socialista: “La de ser la esposa de
uno de los militantes a los que se refería el presidente de
la Gestora, que ha mantenido una postura crítica, y pública,
con las actitudes, formas y comportamientos del PSOE en
Ceuta”.
“O dicho de otra manera, ha sido mi condición de mujer y
esposa de dicho militante, la que ha motivado mi exclusión
de ese proceso político”, protesta Torregrosa, según cuya
opinión “parece claro por tanto que el PSOE en Ceuta ha
actuado siguiendo la estela de la antigua tradición de hindú
de ‘quemar’ a la viuda viva junto con el cadáver del
marido”.
Más adelante va más allá y advierte de que el proceder de la
Comisión Delegada pudo seguir “una menos antigua tradición,
la de tratar de exterminar no solo al adversario político,
sino también a sus amigos, a su familia y, si ello fuera
posible, hasta a su memoria”.
“No me resigno a intentar averiguar cuáles hayan podido ser
las razones de tan injusta decisión [su exclusión]”, indica
Torregrosa a Aído, a la que advierte de que a pesar de que
la única excusa de De la Encina para argumentar las no
afiliaciones fue la comisión de actos de indisciplina
“paradójicamente otros militantes que sí han hecho
declaraciones al respecto en los medios de comunicación, y
que por tanto habrían incurrido en esa hipotética
indisciplina, han sido admitidos sin problema alguno,
mientras que yo he sido rechazada”.
“El hecho de que se impida a una mujer incorporarse como
militante a un partido político únicamente porque su marido
ha vertido opiniones críticas contra el partido supone
concebir a esa mujer como un objeto, una cosa propiedad del
marido, sin ideas propias, sin derechos”, denuncia
Torregrosa, que se siente tratada por el PSOE como “una
no-persona” y que interpreta esta actitud como “una
flagrante vulneración de los principios que la Ley de
Igualdad establece y que tanto usted como su Ministerio,
están obligados a preservar y a defender porque le recuerdo
que el Gobierno de España es el Gobierno de todos los
españoles, incluso de los que discrepan del partido que lo
apoya”.
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