La portavoz del Ejecutivo ceutí y consejera de Medio
Ambiente, Yolanda Bel, insistió ayer en que la incineradora
es una opción descartada a la hora de elegir una planta de
gestión de los residuos sólidos urbanos de la ciudad,
decisión que tiene previsto tomar “durante el primer
trimestre del año” una vez que la multiplicación de
proyectos sobre la mesa la hiciese desistir de su objetivo
de decantarse por uno antes del final de 2008.
Así pues, Bel repitió ayer que el proyecto de los años
noventa está desfasado y apartado, pero lo hizo con
argumentos peculiares. La consejera dedicó más de la mitad
de su respuesta a los periodistas al respecto a defender las
virtudes de la incineración, destacando que la Unión Europea
está volviendo a inclinando por ella e invitando a los
ecologistas a reconsiderar su oposición a la misma.
“La opción que escojamos será puntera tecnológicamente a
nivel nacional y europeo y respetuosa con el Medio
Ambiente”, apuntó Bel, que hace varios meses ya había
asegurado que su predilecta era una que hasta ahora sólo se
utilizaba en una comunidad española.
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