El niño Pablo Bermejo resultó ser, unas horas antes de la
llegada de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, el
afortunado con el regalo que la Ciudad Autónoma hizo entre
todos los chavales que enviaron su carta a través del
ordenador instalado en la antesala del Palacio Autonómico.
Una niña ejerció de mano inocente, haciendo un clic con el
ratón para iniciar el sorteo y un segundo clic para
finalizarlo. El ganador resultó ser Pablo Bermejo, quien
pedía en su carta: una moto naranja –de juguete, se
entiende–, un perro que ladre y que mee –de juguete, se
entiende también–, una Nintendo para su hermano, un patinete
y tatuajes de Pressing Catch y un móvil con tarjeta.
La iniciativa estuvo organizada por las consejerías de
Presidencia y Educación, Cultura y Mujer de la Ciudad
Autónoma.
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