Cargados de caramelos y con miles de regalos guardados con
celo durante un año para los niños del mundo, Sus Majestades
los Reyes Magos pasearon durante la tarde-noche de ayer por
las calles de la Ciudad antes de entrar a hurtadillas en los
hogares para dejar sus presentes a los pequeños de nuestra
ciudad.
Vinieron de lejos, a lomos de resistentes y entrenados
camellos desde la tierra de Belén, para cumplir puntualmente
con la parada obligatoria en Ceuta, anclada entre Oriente y
Occidente, bañada por el Mediterráneo y el Atlántico.
“El año pasado hicimos en calesa nuestro paseo por Ceuta”,
comentó Melchor mientras atusaba su larga barba blanca. Este
año, Sus Majestades se entregaron a la ciudadanía ceutí y
acudieron a sus respectivas citas andando debido a la
crisis. Después llegó la hora de la Gran Cabalgata, donde
Melchor, Gaspar y Baltasar se subieron a sus magníficas
carrozas para saludar a los ceutíes.
Una impresionante comitiva cargada de color y alegría iba
repartiendo entre los asistentes cientos de caramelos que
eran lanzados al aire para que la gente lo atrapara. A la
sintonía se unían las voces de niños que pedían más
caramelos y más bullicio en la calle Real, camino nuevamente
del Palacio de la Asamblea, donde finalizó el evento poco
antes de las diez de la noche. Durante la cabalgata podía
verse el ambiente más típico de estas fiestas: los roscos de
Reyes ya casi habían desaparecido de los escaparates de las
pastelerías, las compras de última hora para los infantes de
la casa y la mayoría de tiendas abiertas hasta las doce de
la noche para aprovechar este agosto en la fecha de
calendario más consumista del año.
Aunque la noche amenazaba lluvia, esta no quiso hacer acto
de presencia. Y finalmente, con pronósticos de felicidad
cumplidos, viendo la caras de alegría de la ciudadanía ceutí
tras la cabalgata de la noche, ya sólo queda mirar atrás
para contemplar un año de buen comportamiento cívico, de
agradable trato a nuestros vecinos y de auxilio a los más
necesitados.
Para dar ejemplo, los pequeños ceutíes se portarán muy bien
en 2009, para que el próximo año los Reyes Magos repitan su
visita a la Ciudad cargados de nuevo con numerosos regalos.
|