PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 5 DE ENERO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Navidad es mucho más que sensiblería navideña

Por Vida Universal


Quizás nunca se haya usted preguntado, ni siquiera en Navidad, quien puedo ayudar en el parto a María a la hora de dar a luz a Jesús, pues bien es sabido que Jesús nació de forma natural y no de forma “espiritual”, es decir que vino al mundo tal como vienen todos los niños. Posiblemente los hombres mayores con su sede en Roma dirán: “El Espíritu Santo o los Ángeles ayudaron a María en el parto”, pero, no; esto no sucedió así. El único que ayudó a Maria a dar a luz, fue José, su marido.

Es posible que en algunas personas surja el asombro y ante cierta emoción pregunten: ¿Pero cómo pudieron arreglárselas María y José solos en una situación tan extrema? La respuesta es con fe, con confianza y con entrega al gran Espíritu Eterno, pues El dio a ambos la fuerza para que el Hijo de Dios, el Corregente de los Cielos, pudiese ver la luz del mundo como niño en un establo de Belén. Dios no hizo preferencias ni les evitó lo que tenía que acontecer con dolor. Más tarde algunos pastores o la mujer que les ofreció el establo, les llevaron algunos alimentos. Una vez más los pobres.

Si usted es padre o madre o pronto va a convertirse en ello, piense en cuando llegue el momento de dar a luz y cómo se sentiría si su hijo hubiese de venir al mundo así como lo hizo Jesús. Tal vez si revive la situación como si fuera la suya propia, podrá comprender un poco mejor lo que significó para María y José hace 2000 años la búsqueda de una posada. Por favor, no minimice este acontecimiento de dimensiones grandiosas. No convierta la Navidad en objeto de sentimentalismo y sensiblería, no lo ridiculice.

Los hombres con sede en Roma sentados sobre sus bienes y riquezas de incalculable valor, han hecho de la Navidad un ritual repetitivo que nada tiene que ver con lo que Cristo desea. Ellos también reciben la llamada a su puerta de millones de mujeres encinta que tal vez mañana den a luz a sus hijos. Millones de mujeres en los países subdesarrollados no saben si podrán alimentar a sus hijos cuando nazcan ¿Y que hacen los hombres mayores con sede en Roma los que durante siglos celebran la Navidad con los mismos rituales, ceremonias y altisonantes palabras vacías? ¿Adonde enviará este gremio de hombres a las mujeres encinta que llaman a su puerta? Seguro que las Eminencias y altos dignatarios eclesiásticos incluso su santidad no abrirán sus puertas engalanadas en oro, como mucho enviarán a estas mujeres a un hospicio, tal vez a Caritas, posiblemente a una clínica cercana, suponiendo que hicieran algo; y si así fuera, con esto, los gastos los pagaría una vez más el contribuyente.

Los rituales navideños insípidos e inservibles que la iglesia repite desde hace miles de años, son cada vez comprendidos y sopesados con discernimiento por cada vez más personas que empiezan a ver claramente y a pensar de forma independiente. La pregunta para cada uno puede ser: ¿De qué me ha servido todo esto en el pasado y de que me sirve en la actualidad? ¿De qué le sirven a todos aquellos que aparentemente creen en Dios y que inclinan su cabeza ante el altar pero que en el fondo siguen siendo los mismos? ¿Qué han aprendido ellos en la llamada Nochebuena cristiana? Jesús no nos encomendó la repetición año tras año de las mismas letanías y liturgias. El nos animó al autoexamen, al autorreconocimiento y nos habló de la reconciliación, de paz, de la aplicación del amor a Dios y al prójimo en la vida diaria. El, Jesús nos recomendó recorrer tomados de Su mano, el camino hacia Dios, para acercarnos paso a paso a El y al Padre. Jesús dijo según el sentido: “Haced que la palabra, Mi palabra se vuelva viva en vosotros”.

www.vida-universal.org
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto