´Año nuevo, vida nueva´. Y si no que se lo pregunten a la AD
Ceuta. Un equipo que, en el primer partido de 2009 y último
de la primera vuelta, fue capaz de ganar con toda justicia a
la UD Melilla en una nueva edición del derbi norteafricano.
Un duelo donde los ceutíes, por primera vez en la temporada,
supieron administrar una mínima ventaja, conseguida en el
último suspiro de la primera mitad por mediación de Álvaro.
Suficiente renta para sumar los puntos en liza ante un rival
directo en la luchar por el playoff de ascenso, ante el que
rompieron la barrera de no haberse impuesto a ninguno de los
seis primeros.
De inicio los ceutíes salieron mirando la puerta contraria.
Como demostró a las primeras de cambio Onyema Elvis, al
estar a punto de sorprender a Dorronsoro con un disparo
lejano. Un aviso prometedor que no tuvo continuidad, ya que
a partir de ahí ambos equipos entrarían en un ´toma y daca´,
centrándose la contienda en el centro del campo. Así, con la
batalla planteada en la zona ancha, el arma a explotar era
la velocidad, la que empleó Txiki en una doble acción por la
izquierda, colgando sendos balones que fueron despejados por
el meta azulillo. Mientras los visitantes, tras contener el
inicio local, empezaron a ganar terreno, intentando
sorprender a la zaga ceutí con balones entrelíneas, como el
que terminó con el disparo desviado de Chota a pase de
Andrés Ramos.
Pasaban los minutos y lo único reseñable cumplida la primera
media hora fue un remate desde la frontal de Alberto que
rozó el palo. Al que siguieron una ocasión de Migui anulada
por fuera de juego y un disparo de Javi Navarro que se
marchó por encima del travesaño. Idéntico destino que el
intento de Currás en una primera mitad condenada al cero a
cero. Pero en el último minuto Elvis se inventó un pase a la
espalda de la defensa que llegó a Álvaro, quien se encargó
de batir a Dorronsoro en el mano a mano. Un Álvaro que,
antes de encarar el camino de los vestuarios, volvió a
probar fortuna con un chut lejano que el arquero melillense
atrapó en dos tiempos. Un segundo gol que, en el último
minuto de descuento, pudo subir al electrónico si Alberto
hubiera acertado a conectar una dejada de Javi Navarro.
El hecho de que los melillenses encajaran el gol en el
último suspiro de la primera mitad dejó un poco tocados a
los de José Diego Pastelero. Ya que la segunda mitad arrancó
por los mismos derroteros que había concluido la primera.
Con los ceutíes apretando, como demuestra la clara ocasión
de Sandro, cuyo remate con pierna izquierda se marchó cerca
de la escuadra. Una oportunidad a la que los melillenses
respondieron por banda izquierda con un balón colgado
desviado a saque de esquina por Sergio Castaño.
Pero los blancos no estaban dispuestos a dejarse sorprender
y así, Álvaro cazó un balón llovido del cielo, cuyo remate
acabó por encima del larguero. Un Álvaro muy activo que
volvió a probar con un remate desde fuera del área que se
fue junto al palo. Entretanto los melillenses seguían a lo
suyo y, por mediación de un Zúñiga que debutaba con su nuevo
equipo, lo intentó desde el vértice del área, sin encontrar
portería. Volviendo a intentarlo con una combinación entre
Conget y Acorán, que no encontró rematador. Tímidos
acercamientos que no sirvieron para intimidar a los
caballas, que seguían a lo suyo. En busca del gol de la
tranquilidad que pudo llegar a la salida de un saque de
esquina botado por David Fas y rematado de forma defectuosa
por Elvis, quien instantes después se fabricó otra ocasión
desde la frontal, al marcharse de dos contrarios y sacarse
un disparo que se estrelló en su compañero Álvaro. Lo que,
en caso de acabar en el fondo de la portería, hubiera
supuesto un gol de bandera para el nigeriano, que sigue sin
marcar cuando juega por el centro.
Un panorama en el que estaba más cerca el segundo de los
ceutíes que el empate para los melillenses. Una dinámica en
la que, a falta de un cuarto de hora para el final, Carlos
Valverde pudo ampliar diferencias en la primera pelota que
tocó, nada más sustituir a David Fas, pero su remate se topó
con el pie de Dorronsoro. El mismo final que el nuevo
intento de Elvis que el guardameta visitante se quitó como
pudo de encima. Justo antes que el nigeriano dejara su lugar
a Anxo, retirándose con una cerrada ovación del Alfonso
Murube.
Con la guardia alta por lo sucedido en compromisos
anteriores, los blancos afrontaron la recta final con suma
cautela. Aunque esta vez no se repetiría la historia ya que
las aproximaciones seguían siendo para los caballas. La
última y la más clara la tuvo Álvaro ante Dorronsoro para,
con una frivolidad, regalársela al meta con una vaselina sin
fundamento al tener la portería para él y a Anxo desmarcado.
Una acción que no habría que lamentar ya que el derbi se lo
apuntaría un Ceuta con ilusiones renovadas.
|