Según el estudio, este servicio también ha respondido otras
llamadas que resultaron no pertinentes, por tratarse de
bromas, insultos o amenazas, así como de errores de marcado,
llamadas de prensa o consultas sobre materias que no guardan
relación con la violencia de género, entre ellas las de
algunos hombres interesándose por recursos para ellos.
Estas marcaciones no procedentes representan en torno al 80
por ciento del total, cifra que, según de la Delegación del
Gobierno, es habitual en cualquier servicio telefónico
gratuito. Entre las llamadas pertinentes, la mayoría fueron
realizadas por víctimas de la violencia machista (80,4%),
seguidas de las efectuadas por familiares y amigos de
agredidas (17%) y por profesionales y entidades públicas y
privadas (2,6%). De los datos se extrae que tanto en el caso
de las víctimas como en el de los agresores, las tres
cuartas partes eran españolas.
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